A propósito del Día Internacional contra el Acoso Escolar te explicamos cómo se pueden evitar posibles respuestas agresivas que conviertan al bullying en un círculo vicioso.
El bullying o acoso escolar es una forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido de forma reiterada, pero es algo que puede ser prevenir si desde el hogar y después en el colegio, si es que se enseña al niño a tener una convivencia pacífica y saludable.
La psicóloga clínica Roxana Aguilar Velarde nos recuerda que los seres humanos nacemos con una agresividad natural, "porque lo primero que funciona es nuestro cerebro más primitivo".
Que un niño muerda y patee es normal, dice, pero eventuales respuestas agresivas en otros contextos, se pueden inhibir con afecto. Ahí radica la función de un adulto responsable.
¿Cómo se inhibe la agresión?
Desde el hogar se puede contener la respuesta agresiva de un niño por medio de la demostración afectiva, la seguridad, el contacto positivo, el abrazo, o si tiene ejemplos del respeto a los demás.
Luego viene el colegio, pues es a través de la educación se forma el lado pensante y analítico del niño, señala la doctora Aguilar. Así el menor aprende a diferenciar lo bueno de lo malo.
"En primer lugar inhibir su agresividad gracias a la relación afectiva, en un segundo momento viene como refuerzo el análisis que se le enseña en el colegio, donde se aprende pensar...son dos momentos importantes para evitar el bullying", resume la psicóloga clínica, quien fue invitada a Siempre en Casa de RPP Noticias.
Por su parte, el terapeuta familiar y sistémico Ricarte Cortez indicó que un posible caso de bullying puede volverse una oportunidad, porque los padres pueden anticiparse y promover que se realicen charlas en el aula.
"Son oportunidades que no se deben perder de vista, si uno tiene consciencia de la magnitud del daño que se puede ocasionar, pero también de todo lo bueno que se puede aprovechar a partir de la oportunidad", comentó.
Comparte esta noticia