El trabajo realizado en la Universidad de las Ciencias de Tokio, supone un gran avance en el campo de la medicina regenerativa.
Un equipo de investigadores asegura haber creado dos tipos de glándulas secretoras y su posterior trasplante con éxito en ratones, un trabajo que supone un gran avance en el campo de la medicina regenerativa.
Según la revista Nature Communications, la hazaña sugiere que la terapia de reemplazo de órganos obtenidos a través de la bioingeniería podría algún día convertirse en una estrategia viable para restaurar la función de las glándulas salivales o las del lacrimal.
Tanto la disfunción de las glándulas salivales y lagrimales está asociada con diversas enfermedades como la xerostomía (la sensación subjetiva de sequedad de la boca por mal funcionamiento de las glándulas salivales), además de ser muy discapacitantes interfiriendo en la calidad de vida de los que las sufren.
Según el trabajo de Tsuji Takahashi, de la Universidad de las Ciencias de Tokio, es «viable» crear precursores de las glándulas lagrimales y salivales precursores -los llamados gérmenes de órganos- al imitar las interacciones celulares que se producen durante el desarrollo embrionario.
Tras el trasplante, los investigadores han demostrado que dichos gérmenes de órganos son capaces conectarse correctamente al sistema nervioso y a los circuitos de los animales porque, cuando fueron expuestas a distintos estímulos químicos, las glándulas creadas mediante bioingeniería respondían y eran capaces de secretar fluidos y restaurar el medio bucal y ocular a una situación normal.
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