El último videojuego de la saga de Call of Duty salió a la venta el pasado 13 de noviembre para PC, PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series X.
No soy un fanático de las campañas y me disculpo por ello. He crecido con juegos multijugador y, aunque no me arrepiento de ello, si duele no haber jugado grandes historias en la industria. Algunas de ellas son de Call of Duty, pero, como dice el dicho, nunca es tarde para empezar. Por lo mismo, cayó en mis manos una copia de la última entrega de la saga, Black Ops Cold War, y le he dedicado varias horas de juego para probarla.
Pidiendo las disculpas respectivas por no ser un jugador habitual de la saga (ni de los single-player), previamente me interesé por este videojuego por lo llamativo que sonaba la trama en medio de un contexto similar, aunque con un rival diferente: La Guerra Fría. Algo de historia y acción era algo que no podíamos dejar de lado. ¿Habrá Call of Duty: Black Ops Cold War colmado mis expectativas?
La tensión al máximo
En este videojuego, en su campaña, encarnamos a un personaje que nosotros mismos personalizaremos. Este hecho, aunque suene inicialmente “sin profundidad”, empezará a cobrar sentido mediante pasen los minutos y cada característica elegida se verá reflejada en la historia y en los diálogos.
La acción de Cold War nos pone en la piel de agentes norteamericanos, los cuales están en búsqueda de Perseus, un espía anónimo ruso del que todos hablan, pero nadie conoce, que amenaza con destruir múltiples ciudades europeas al obtener control de bombas nucleares estadounidenses. La misión es clara: o lo capturas o despídete del mundo tal como lo conocemos hasta hoy.
Sin embargo, la trama está muy bien guiada por dos características desequilibrantes que hacen que sea superior a decente. A riesgo de dar spoilers, un plot twist marcado cambia el rumbo de la historia y da grandes chispazos junto a la misteriosa operación MK Ultra, un programa de la CIA sobre el control mental de las personas.
El videojuego, además de las típicas cinemáticas, incluye imágenes reales sobre esta tensa situación entre Rusia y EE. UU. en la que, a disposición de un botón estaba la suerte de los ciudadanos. La historia es nueva, pero mezcla perfectamente lo irreal con lo real.
Lastimosamente, y por la prioridad de Activision por el multijugador, podrás acabar la campaña en un par de sentadas. Máximo unas 5 horas (7 en máxima dificultad). Demasiado corta.
Jugabilidad y gráficos continuistas
El gameplay de Cold War no trae mayores sorpresas. Matar con pistolas, granadas, a sigilo y con veneno. Esto no puede cambiar para una saga tan tradicional como Call of Duty, pero no hubo un interés por renovar completamente este ámbito.
En momentos, el sistema de elección de decisiones parece que, por más que haya hasta 3 cuadros de diálogos, te llevan al mismo lugar. Hay un par de momentos claves en su uso, sobretodo en el final, pero en partes es más que un falso intento de control libre del personaje.
Por el lado de los gráficos, fue de mi gusto. No experimenté bugs ni glitches pese a que a hay momentos en los que el mapa crece de gran manera. Eso sí, hay muchos momentos es los que no sentí al juego como un next-gen, con detalles en los rostros muy básicos que no les hacen justicia a todas las promesas de las nuevas consolas y de las ya agotadas nuevas tarjetas gráficas. Por supuesto, es entendible sabiendo que estamos en la precisa etapa de transición.
En el paseo, no solo conoceremos los países en conflicto, sino que también veremos paisajes en Ucrania, Turquía o Cuba. El trabajo está bien realizado.
Claro está que un gran puñado de jugadores llega al videojuego por el multijugador. De inicio, este aspecto es básico, con un número limitado de mapas y contenido. Aún mucha gente está en Modern Warfare y Warzone, por lo que Cold War tiene una difícil misión de conseguir que su base de jugadores se incremente. Por fortuna, hasta el momento no he tenido problemas en conseguir partidas de manera "rápida" y no he sufrido de pings elevados en ellas.
En conclusión, Call of Duty: Black Ops Cold War es un juego más que decente en su campaña, la cual mantiene puntos altos, pero es muy corta en tiempo. Mantiene jugabilidad nada renovadora y gráficos del que no me quejo, pero que deja detalles a desear en el inicio de una nueva generación de consolas. Pese a ello, me entretuvo de principio a final y promete mantenerme más tiempo enganchado a la PC con los zombis y el multijugador. No hay pierde en ella.
Reseña realizada gracias a una copia de PC otorgada por Activision.
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