Conoce la historia sobre la 'profética' frase de Fidel Castro que resultó falsa

La historia dirá que Barack Obama fue el primer presidente de Estados Unidos en visitar Cuba tras casi 90 años. Esta noticia, vital para fortalecer los lazos políticos y económicos entre ambas naciones, sirvió también para revivir una supuesta ‘profecía’ que Fidel Castro habría manifestado hace más de 40 años.

“Estados Unidos vendrá a dialogar con nosotros cuando tenga un presidente negro y haya en el mundo un Papa latinoamericano", fueron las supuestas palabras que el líder cubano pronunció en 1973 durante una rueda de prensa. Twitter y otras redes sociales se encargaron de popularizarlas en estos últimos días.

Y razón no les faltaba. Las palabras se convirtieron en profecías sorprendentes, puesto que hace unos meses el Papa Francisco, argentino de nacimiento,  visito el país caribeño. Y ahora el mandatario Barack Obama, afroamericano él, llegó también a Cuba.

Sin embargo, como muchas historias que circulan en la web, esta frase no fue real. El escritor argentino Pedro Jorge Solans narró en el periódico argentino El Diario el 10 de marzo de 2015,  que en 1973 Castró dio estas declaraciones al periodista británico Bryan Davis. El problema es que no hay ninguna otra fuente ni ningún registro oficial de la cita.

Según detalla el portal Verne, tampoco se sabe nada acerca de Bryan Davis, el periodista que supuestamente le hizo la pregunta a Castro. Asimismo, tampoco hay rastro de esta frase antes de diciembre de 2014, tal y como recuerdan The Guardian. Fue en aquella fecha que Estados Unidos y Cuba anunciaron el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas.

¿Y entonces, la frase nunca existió? todas las menciones anteriores al artículo de Pedro Jorge Solans presentan la frase como un chiste que se contaba por aquellos días en la isla. Según este comentario sarcástico, Castro no responde a ningún periodista, sino al propio Che Guevara, y la conversación tiene lugar en 1961. Debido al contexto de aquellas épocas, esta frase se convirtió en un chiste habitual para referirse a cosas que son imposibles.