Las redes sociales tienen el poder de convertir en toda una celebridad a un anónimo personaje.


Para cautivar en las redes sociales no hace falta ser un cotizado modelo o ser toda una celebridad, en ocasiones un anónimo personaje puede desatar pasiones entre los internautas. El más reciente caso de un joven agricultor filipino que ha sido comparado con un galán de telenovelas es una prueba de ello.
Jeyrick Sigmaton fue captado por una mujer mientras recolectaba zanahorias en el campo. Ella no dudo en fotografiarlo y compartir las imágenes que ahora ya se viralizaron en Facebook. Este caso trae el recuerdo de otros ilustres desconocidos que vieron cómo una foto les cambiaba la vida.
Olajumoke Orisaguna, de 27 años, vendía pan en las calles de Lagos, Nigeria, cuando irrumpió accidentalmente en una sesión fotográfica. Intrigado, el fotógrafo Ty Bello compartió la imagen en Instagram para dar con su paradero.
Ahora, Olajumoke es una cotizada modelo que ya fue portada de la revista Style y hace unos semanas firmó un contrato con la agencia Few. Una foto compartida en las redes sociales le dio la fama que nunca hubiera imaginado.
Historia similar es la del reo Jeremy Meeks, considerado el “criminal más sexy del mundo”. La identidad de este delincuente anónimo saltó a la palestra en 2014, cuando la policía de Stockton (California) publicó en su cuenta oficial de Facebook la fotografía de la ficha policial de Meeks, detenido por tenencia ilegal de armas.
Su rostro se volvió muy popular en las redes sociales, acumuló un gran número de fans y acaparó la atención de los medios. Semanas después fue reclutado por la agencia de modelos Blaze Modelz y consiguió varios contratos. Sin embargo, en febrero de 2015 un juez de California lo condenó a dos años de cárcel.
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