Linda Bird tendría que pagar $250 dólares por este incidente, cuando uno de estos juguetes cuesta US$ 2 en los mercados.
Gran sorpresa se llevó la canadiense Linda Bird cuando agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos la acusaron de querer ingresar de contrabando un Huevo Kinder Sorpresa al país.
A principios de diciembre del año pasado, la trabajadora social de 48 años de edad y sus dos hijos se dirigían a Ontario en Canadá, pero decidieron pasar por los Estados Unidos para acortar el camino. Es así que en la gaceta de la frontera entre Manitoba y Minnesota se les solicitó la identificación de rigor y que salieran del vehículo en que viajaban para inspeccionarlo.
Después de veinte minutos, los oficiales le señalaron que el Huevo Kinder Sorpresa que llevaba está prohibido en los Estados Unidos porque el juguete es peligroso para los niños. Según dijo Bird en entrevista con The Star, tras advertirle la infracción le entregaron una lista de artículos censurados en el país y retuvieron el juguete.
La canadiense pensó que hasta allí había quedado el incidente, pero la semana pasada recibió una carta de la Aduana Fronteriza de EE.UU. y de la Agencia de Protección en la que le preguntaron si quería el huevo o abandonaba los derechos de propiedad sobre el mismo.
“Yo no podía creerlo. Es un huevo de US$2 ¿Por qué hacer un gran alboroto sobre ello? Solo tienen que tirarlo a la basura", dijo.
Es más, Bird expresó que los funcionarios la exhortaron a responder la misiva en un plazo de cinco días hábiles, si no se hará responsable de un pago de $250 en gastos por el almacenamiento del huevo.
"Creo que es ridículo", dijo sobre el tiempo, dinero y energía gastada en el caso. "Es increíble hacer esto por un huevo Kinder Sorpresa", dijo consternada.
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