Juan Diego ha estado detenido por dos altercados pero señala a un imitador del zorro, a varios hombres araña y a otros capitanes América como los malos de la película.







Se dice que en Hollywood todo es posible, de ahí que nada tenga de extraño que el Capitán América de las barras y estrellas sea español, y responda al nombre de Juan Diego, al menos cuando va por las calles angelinas sin su traje de cómic y su escudo protector.
Su historia es una de tantas que se desperdigan por los poco más de 300 metros de calle de baldosa oscura que dan forma al tramo más concurrido de Hollywood Bulevar, el de los teatros Dolby y el chino, del Madame Tussauds y el Hard Rock, donde una fauna de imitadores de personajes de ficción sobreviven gracias a los turistas.
"Es una guerra, la guerra del bulevar", confiesa este emigrante de 32 años, que abandonó su país en 2009 por la crisis económica y asegura que le va mejor ahora como superhéroe que antes como camionero.
Su tarea es sencilla: posar para los visitantes a cambio de donativos, algo que puede suponerle hasta 2.000 dólares al mes libres de impuestos dedicándose a pasearse una media de 5 horas diarias, explicó.
"Adoro mi trabajo. Tengo mi propio horario, no tengo jefes y hago mi propio dinero", comentó este buscavidas que alertó, no obstante, que "no todo lo que brilla es oro".
La competencia por los billetes verdes del turista es despiadada, en ocasiones violenta, y en los últimos tres años el ambiente "ha empeorado", según explicó el presidente de la Cámara de Comercio de Hollywood, Leron Gubler.
"Muchos personajes actúan con impunidad, hasta el punto de zarandear a los turistas, les exigen dinero y nadie los está haciendo responsables de ser agresivos. Los hay que insultan. Estamos siendo testigos de más peleas entre los personajes por el territorio", se quejó Gubler.
El problema no es nuevo. Las tensiones en el bulevar han llevado a numerosas intervenciones policiales durante años, que terminaron con Batman, Elmo, Spider-Man, Shrek, Chewbacca y otros personajes esposados ante la atónita mirada de los viandantes.
La situación llevó a una masiva redada en 2010 que erradicó a estos antihéroes del Paseo de la Fama hasta que, cinco meses después, una sentencia judicial condenaba la actuación de la policía.
Esa misma sentencia garantizó el derecho de cualquiera a estar en la calle y recibir donativos, siempre que no se cometiera un delito.
Gubler explicó que para el juez del caso la intervención policial había sido "muy extrema", pero considera que algo hay que hacer para poner coto a las ilegalidades que suceden a la vista de todos en el "principal destino turístico de Los Ángeles".
Juan Diego, de apellido Ciaurri, ha estado envuelto en dos peleas, la última la semana pasada contra un Spider-Man que, según su testimonio, estaba acosando a un visitante.
"Arruinan la reputación de los personajes y lo que pasa es que yo tengo muy mala leche y hay días que como me caliente, me caliento", afirmó el español.
Juan Diego ha estado detenido por dos altercados pero señala a un imitador del zorro, a varios hombres araña y a otros capitanes América como los malos de la película.
EFE
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