Conoce cómo y por qué terminó una de las series más recordada de los 90 y que dio inicio a la exitosa carrera del actor Will Smith.
El final de la serie "El Príncipe de Bel-Air" dejó a muchos espectadores con ganas de disfrutar por algo más de tiempo de las locuras de Will y con un nudo en la garganta; y es que después de seis temporadas llenas de risas, escenas conmovedoras y la transformación de un joven de Filadelfia en un hombre de Bel-Air, la serie llegó a su fin.
El programa transmitido hasta 1996 contó con 148 episodios. Esta recordada serie de los 90 contaba la historia de un joven de Filadelfia, personificado por el actor Will Smith, que se muda con sus tíos millonarios a Bel-Air para alejarse de las malas influencias de su vecindario, pero se enfrenta a los choques culturales de manera divertida mientras aprende valiosas lecciones sobre la vida y la familia.
¿Cómo terminó El Príncipe de Bel-Air?
Luego de convivir por varios años en su lujosa mansión, en el episodio final titulado I. Done, la familia Banks decide poner en venta su enorme propiedad en Bel-Air y tomar caminos separados. Will toma la decisión de buscar un apartamento propio en California y quedarse allí para culminar sus estudios, mientras que Philip, Vivian y Nicky hacen maletas para mudarse a la costa este. Por su parte, Carlton regresa a la universidad de Princeton y el mayordomo Geoffrey decide regresar a Londres para estar con su hijo.
La última temporada cerró con una escena icónica de Will apagando las luces de la mansión, marcando el fin de esta etapa de sus vidas. La serie cerró con un toque emotivo lleno de abrazos y recuerdos, sellando una de las mejores épocas para las series televisivas de los Estados Unidos.
Will Smith decidió ponerle punto final a la serie
En su libro titulado Will, el reconocido actor dijo que decidió dejar el proyecto luego de seis temporadas porque la serie ya había dado todo lo que el público merecía disfrutar y temía que comenzara a perder su frescura, por lo que consideró que debían cerrar este capítulo con dignidad. Asimismo, Smith pensó que debía dar paso a nuevos proyectos; de hecho, fue gracias al Príncipe de Bel-Air que su carrera actoral subió como la espuma y lo consolidó como uno de los mejores actores de Hollywood.
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