Estudio halló que este manjar favorece la función cognitiva. Debes leer la etiqueta para asegurarte de que la pasta de cacao sea el principal ingrediente.
El chocolate, entendido como aquel que tiene al menos 35 % de pasta de cacao, no debe ser consumido con sentimiento de culpa. Una investigación encontró que el consumo de este "manjar" al menos una vez a la semana, favorece la función cognitiva, es decir, la capacidad que está relacionada con los procesos de aprendizaje y de memoria.
El estudio publicado en mayo del 2016 en la revista Appetite analizó a 968 participantes, de 23 a 98 años de edad, todos ellos medidos a través de pruebas neuropsicológicas y cuestionarios en los que se preguntaba la frecuencia de la ingesta: nunca, en raras ocasiones, una vez por semana, de dos a cuatro veces a la semana, de cinco a seis veces a la semana o una vez o más cada día.
La función cognitiva, en tanto, fue medida por medio de tareas que pusieron a prueba la memoria visual-espacial y organización, la memoria de trabajo (la capacidad de procesar información nueva y existente), la memoria verbal (la capacidad para recordar palabras y otros factores relacionados con el idioma), el escaneo y el seguimiento (la capacidad para enfocar objetos específicos).
La revisión refiere que esta asociación entre la salud de las funciones cerebrales y la ingesta de chocolate se reveló recién hasta 18 años después.
Los participantes fueron personas libres de demencia y se tomó en consideración la edad, sexo, educación y cuestiones de salud como presión arterial, niveles de colesterol, glucosa en sangre, ingesta de alcohol y el consumo total de calorías.
El poder del chocolate
La pasta de cacao, que debe ser el ingrediente número uno del "verdadero chocolate", está compuesta por unas sustancias que explican estos beneficios en la capacidad cognitiva. "No es que van a aumentar la inteligencia, sino que permiten a la persona aprender mejor", aclara la nutricionista peruana Sara Abu Sabbah.
1. Anandamida. "Ayuda a mantenernos con un buen ánimo y beneficia la voluntad para aprender, que requiere de tres cosas: tener la capacidad para atender, motivación y concentración".
2. Teobromina. "Contribuye al estado de alerta, a estar atento y concentrado".
3. Flavonoides. "Son sustancias que tienen capacidad antioxidante, ayudan a mantener en buen estado las membranas que tienen que ver con las neuronas o cualquier célula".
Pero la especialista reitera que estas bondades del chocolate las hallamos cuando tiene al menos un 35 % de pasta de cacao, no manteca de cacao ni masa de cacao. El tipo negro o bitter es el más recomendado y se caracteriza porque es más amargo, ya que tiene menos niveles de azúcar y mayor concentración de cacao (60 % a más). "Hay que leer la etiqueta, de lo contrario estamos consumiendo una golosina con sabor chocolate", insiste Abu Sabbah.
Según Georgie Crichton, del Centro de Investigación de Fisiología Nutricional de la Universidad del Sur de Australia y uno de los autores del estudio, los hallazgos indican que los beneficios no pueden restringirse solo a las variedades oscuras de chocolate.
Sin embargo, anota Abu Sabbah, cuando hablamos del chocolate blanco o el que lleva leche, hay que corroborar también en estos casos, que sea un "verdadero chocolate" y que del 100 % de los ingredientes, la mayor parte no sea copada por azúcar, saborizantes o colorantes u otros aditivos.
¿Cuánto y cómo comer?
"Hasta 30 gramos por vez, con una frecuencia de una a tres veces a la semana es más que suficiente", aconseja la nutricionista.
Excedernos en esta porción, puede implicar más calorías y -por ende- un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad. "El chocolate tiene sus aceites, y algunos tienen una concentración regular de azúcares".
Además de las barras que solemos comprar en los quioscos, es muy buena idea beber por la mañana una taza de chocolate caliente a base de cacao puro, porque es energético y beneficia tanto en verano como en invierno. "Hay que prepararlo en lo posible con poca azúcar y de preferencia con leche descremada".
Otra opción es la preparación de galletas caseras o tomar una taza de leche y dejar caer sutilmente ralladura de pasta de cacao. ¡Es cuestión de ser creativos!
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