Las tradiciones de este día son muy distintas, algunas se repiten en latitudes diferentes, pero todas se hacen con mucha fe. Los estudiosos las califican como tradiciones pero no supersticiones.
Todos tenemos amigos que, de una manera u otra, celebran el paso del Año Viejo al Año Nuevo.
Personalmente, tengo un amigo que hace una lista de todas las cosas malas que hizo o simplemente vivió, y luego de detallar esa escalera de sucesos, la quema. Asegura que esa acción evita la repetición de los malos momentos.
Las tradiciones de este día son muy variadas. Algunas se repiten en latitudes diferentes pero, todas se hacen con mucha fe.
Los alemanes, por ejemplo, miden su futuro en la figura entregada por una barra de plomo, en el interior de un vaso, sometida al calentamiento de un soldador. Los brasileños en su gran mayoría se visten de blanco y, pasada la medianoche, se lanzan al mar y se enfrentan con siete olas. También lanzan flores al mar.
En Perú, la ropa interior amarilla trae mucha suerte. Lo mismo sucede en Colombia. En México también se sigue la tradición de la vestimenta interior pero, allí, puede ser de color rojo. Muchas damas piden que sus calzones sean regalados. En España las damas se visten de rojo, lo mismo que en Italia.
Las doce campanadas y las doce uvas son tradiciones en gran parte de América igual que ingerir lentejas. Las uvas y las lentejas aseguran un futuro económico. La mayor parte de los países, de este lado del mundo, también tienen la tradicional vuelta a la manzana, de donde están ubicadas sus casas, con una maleta.
En Venezuela, en las fiestas hogareñas con la llegada del nuevo año, ponen en la mesa una humita llamada “hallaca”. Tiene un porte no común y está rellena con variados sabores.
También es tradicional en países como Perú, Ecuador, Chile y Argentina la quema de “muñecos”. Muchas de esas figuras quemadas lucen rostros de políticos o personajes que cometieron errores en alguna labor pública.
El “hogmanay” escocés permite a su habitante encender un barril y llevarlo rodando por los calles de la ciudad y expulsar al año viejo mientras, los daneses, lanzan platos viejos. La mayor cantidad de platos destruidos significa el número de amigos de los habitantes de ese hogar.
Los templos budistas tocan 108 campanadas. Con 107 expulsan los pecados y el último para recibir el nuevo año.
En el mundo entero se encienden velas de variados colores. La espiga está en muchos hogares como símbolo de la abundancia. En muchos países, con cada campanada, los presentes se levantan y se sientan doce veces. Los solteros y solteras lo hacen con mucha fe, pues aseguran que así llegan los novios. Otros, en la copa del brindis echan su anillo para que no falte el dinero durante el Nuevo Año.
Al país que fueres, en Año Nuevo, haz lo que vieres.
Miguel Humberto Aguirre
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