Inseguridad y poca autoestima caracterizan a la persona celosa, quien finalmente deja en evidencia un vacío en la persona que acepta una relación así. ¿Te identificas con el caso? Pues tómalo en serio.
No solo la persona celosa debe recibir ayuda profesional, también debería hacerlo quien es víctima de celos. ¿Por qué? La respuesta es simple: no es normal aceptar una relación sumisa.
En ambos casos se recomienda una terapia de pareja, no necesariamente para mejorar la relación; mientras que en algunos casos es mejor la separación para evitar dañarse el uno al otro. Así indicó, la Dra. Cristina Eguiguren, directora del hospital especializado en salud mental “Víctor Larco Herrera”.
Cuando en una relación de pareja se observan celos exagerados de una de la partes, no se debe esperar a que la situación se solucione por sí sola; con el tiempo la relación se deteriora aún más y en casos extremos se producen episodios de violencia.
Eguiguren recomendó a las personas que inician una relación que identifiquen características propias de quienes experimentan celos. La inseguridad y la falta de autoestima son las más comunes, la persona celosa tiende a sentirse dependiente de su pareja y por el temor de perderla realizan actos que limitan el desarrollo normal de la vida de esta.
“Las relaciones de pareja deben ser horizontales; la persona celosa, por el contrario, convierte la relación en una de tipo vertical porque impone reglas, desconfía en todo momento, hace preguntas insistentes, exige un ‘reporte’ de lo realizado en el día, revisa la ropa, documentos, teléfonos, intenta revisar correos electrónicos, hace seguimientos. Si se identifican estas condiciones en una persona, es mejor no iniciar una relación con ella”, aconseja.
La especialista señala que con frecuencia se comete el error de pensar que los celos son temporales y las personas abrigan la falsa esperanza que después de un tiempo todo regresará a la normalidad.
Celos destructivos
La persona celosa se autodestruye toda vez que presenta episodios de angustia, tristeza, estrés, nerviosismo, dolores de cabeza y puede desarrollar problemas más graves como intentos de suicidio u homicidio. Si la persona se identifica como un individuo celoso, debe buscar ayuda profesional.
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