En condiciones extremas de supervivencia hay algunas medidas de excepción que se pueden adoptar, pero los expertos nos dicen cómo.
Cuando el azote de la naturaleza es tan fuerte y causa estragos tan grandes como ocurre en el Perú debido a El Niño costero, con lluvias, inundaciones y huaicos; nuestro instinto de supervivencia hace que hagamos lo extremo para poder mantenernos con vida. Ante el colapso del servicio de agua potable, las personas damnificadas optan incluso por beber agua de lluvia, ¿es una alternativa de emergencia válida o la salud está en riesgo?
Para el médico infectólogo Ciro Maguiña, como medida de supervivencia sí se puede beber agua de lluvia pero hay algunas recomendaciones antes de hacerlo:
- El contenedor debe estar libre de contaminación.
- Debe ser tratada con una gota de lejía por litro de agua.
- Se puede colocar el agua en una botella de vidrio y dejarla expuesta al sol durante 8 a 10 horas, de esa forma se eliminan los gérmenes y bacterias.
De no proceder así, las personas pueden contraer enfermedades diarreicas por salmonella, tifoidea o cólera. También hay riesgo de sufrir problemas digestivos severos.
"La lejía es el mejor desinfectante del agua, por eso también se usa en las piscinas. En una dosis baja, como una gota por litro, no causa daño en el humano y en casos extremos sirve para poder beber el agua que no es potable", señala Maguiña.
La sed avisa
La hidratación es una necesidad frente a las altas temperaturas que soporta el país y las condiciones precarias de coexistencia (polvo, lodo, piedras y casas derruidas). Sin embargo, no existe una regla general acerca de la cantidad que agua que debemos beber al día, eso depende de la sudoración de cada persona.
"Si hay actividad física o mucho calor, el consumo de agua se va a elevar porque a través de la sudoración tratamos de compensar la temperatura corporal. A más temperatura ambiental el organismo tratará de consumir más agua. Lo recomendable es un mínimo de litro y medio, pero si hay inundación y el calor es extremo, la demanda será mayor", explica Jorge Luis Guerra, médico especialista en emergencias de Solidaridad Salud.
Tengamos en cuenta que además de los líquidos que podamos beber debido a la sed, los alimentos también suman en la hidratación diaria.
Mejor manejo del agua
De acuerdo al especialista, lo más adecuado es hervir el agua o consumirla embotellada. Sin embargo, la ayuda también está llegando a través de cisternas y así hay un mayor riesgo de proliferación de bacterias. En ese caso, se puede hacer como decíamos líneas arriba: el uso de lejía o la exposición al sol.
Y si se tiene acceso a agua turbia y con desechos perceptibles, se puede proceder con el filtrado a través de una fina malla, para luego hacer el mismo tratamiento que con el agua de lluvia o aquella que proviene de cisternas.
El almacenamiento del agua debe ser en recipientes herméticos y bien tapados. "Sea que esté limpia o sucia siempre puede transmitir enfermedades, por eso debe estar bien cubierto el contenedor, a fin de evitar la proliferación de vectores", recuerda el infectólogo y vicerrector de la Universidad Cayetano Heredia, Ciro Maguiña.
Finalmente, la sugerencia es beber de forma intermitente y no de porrazo. "El agua se elimina rápidamente si se toma de golpe, va al riñón y se elimina, por eso debe consumirse de forma fraccionada. Por ejemplo, ante esta emergencia, puedo tomar un litro de agua en 12 horas", concluye el médico.
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