La víctima fue una mujer de 55 años que practicaba el tratamiento una vez al mes y durante 2 años. Los especialistas en salud no aseguran que esta terapia tenga beneficios.
Salud
La práctica de la apiterapia no tiene beneficios demostrados científicamente.
Una mujer de 55 años falleció luego de someterse a un tratamiento de picaduras con abejas vivas, una práctica común entre quienes realizan terapias alternativas. Este caso fue presentado como parte de un estudio en España, el cual concluye que los riesgos de la apiterapia son mayores que sus beneficios.
“La apiterapia es una antigua práctica que se realiza en todo el mundo. Es muy popular en Corea del Norte y Corea del Sur. La técnica consiste en exponer las partes del cuerpo que supuestamente van a recibir el beneficio con abejas vivas, las cuales inyectan su veneno”, sostiene el Consejero Médico de RPP Noticias Elmer Huerta.
Un reporte avalado por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) publicado en la revista científica "The Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology" reportó el primer caso de una paciente fallecida tras someterse a un tratamiento de apiterapia. La mujer, de nacionalidad española, fue tratada en el Hospital Universitario Ramón y Cajal en Madrid. Ella sufría de contracturas musculares y estrés, razón por la cual se había sometido a la terapia una vez al mes y durante dos años.
En plena sesión con los insectos, las picaduras de abeja provocaron en ella dificultad para respirar, silbidos de pecho y pérdida de la consciencia. La ambulancia demoró 30 minutos en recoger a la paciente, y al llegar, los médicos encontraron que tenía la presión arterial muy baja. Días después, murió por una falla multiorgánica (falla de dos o más órganos de un enfermo).
Elmer Huerta asegura que los tratamientos con abejas vivas son realizados por practicantes alternos; es decir, sin entrenamiento médico, por lo que el riesgo se presenta cuando las personas “curiosas” se someten a la terapia y resultan alérgicas.
“Esta práctica no tiene beneficios demostrados científicamente. Es importante que los centros que lo hacen tengan todas las facilidades, tanto en medicamentos como en preparación del personal para tratar una reacción alérgica si ocurriera. En tercer lugar, es importante que los pacientes sepan que pueden presentar severos efectos secundarios, incluyendo la muerte”, indica Huerta.
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