Para encontrar una explicación a esta reacción, neurobiólogos de la Universidad de Yale han analizado cómo actúa nuestro cerebro cuando le falta azúcar.
Quienes estén intentando adelgazar sabrán que una de las primeras cosas que deben hacer es dejar el dulce. Sin embargo resistirse a los chocolates, los postres u otros suculentos manjares, no es nada fácil.
Para encontrar una explicación a esta reacción, neurobiólogos de la Universidad de Yale han analizado cómo actúa nuestro cerebro cuando le falta azúcar.
Los expertos han descubierto que el área encargada de regular las emociones y los impulsos pierde la capacidad de frenar el deseo de tomar comidas hipercalóricas.
Esta área pertenece a la corteza prefrontal, que la especialista Rajita Sinha compara con un “desagüe de glucosa”.
"Cuando falta azúcar, un área llamada hipotálamo lo detecta y activa a la ínsula y al estriado (zonas relacionadas con las recompensas), que se hiperactivan para que surja el deseo de comer", afirma la experta.
Simultáneamente, la corteza prefrontal, que normalmente mantiene a los anteriores "a raya", "pierde toda su autoridad".
El mejor método para evitar esta situación, según Sinha, es no dejar que transcurran más de tres horas entre comidas, comer cinco veces al día, e incluir en la dieta alimentos sanos como frutas y cereales.
Estos productos mantienen al cerebro alimentado y “bajo control” sin necesidad de abusar de los dulces y pasteles.
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