Carlos Monsiváis dedicó parte de su libro "Escenas de pudor y liviandad" a explicar el fenómeno Juan Gabriel, "el mexicano más cantado en el mundo" y su enorme facilidad para conseguir el éxito.
Defendió su concierto en Bellas Artes. Carlos Monsiváis fue uno de los pocos intelectuales que no se opuso a la presentación, en 1993, de Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes. Hasta ese entonces, el recinto era asignado solo a manifestaciones de "élite", y el llamado Divo de Juárez, solo era una cantante popular.
Pese a la protesta de muchos intelectuales conservadores,Juan Gabriel fue el primer cantante de música popular en brindar un concierto en el Palacio de Bellas Artes.
Monsiváis tuvo otra mirada y de allí su apoyo. Vio al concierto del "heredero de José Alfredo Jiménez", como el triunfo de la diversidad cultural y la inclusión de sus manifestaciones populares.
El escritor fue más allá. Dedicó parte de su libro " Escenas de pudor y liviandad" dice que "El compositor más famoso de México es un joven amanerado a quien se le atribuyen indecibles escándalos”.
Describe al cantante, que antes de estar en la cima de la popularidad, pasó 18 meses en la cárcel de Lecumberri, acusado de un robo que no cometió, como tímido y protegible " vulnerable y expresivo, y sus primeras composiciones celebran a una juventud alegre, intrascendente y levemente anacrónica”,
"… y ese joven, furiosamente provinciano (cosmopolita de trasmano, nacionalista del puro sentimiento) creaba por su cuenta una realidad musical nomás suya, la síntesis de todas sus predilecciones que no existía en lado alguno, y para su empresa disponía de la memoria (en donde resguardaba las melodías que no podía llevar al papel pautado), del ánimo prolífico, de una guitarra, de muchos sueños y de la casualidad de que en el país decenas de miles intentaban lo mismo: componer para hacerse famosos, componer por no hacer arte sino con tal de representar sentimientos y situaciones (enamorarse, desenamorarse, frustrante, narrarle a todos el dolor de no poder contarle a nadie el sufrimiento, desahogar el rencor, aceptar que todo acabó y todo empieza).
Pero una frase que sintetiza la vida del Divo de Juárez es que "A Juan Gabriel nada le ha sido fácil, menos el éxito".
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