Sanciones más severas para pedófilos y una mayor participación de las mujeres han sido algunos de los cambios durante el pontificado del sumo pontífice que visitará el Perú en enero.
Las reformas impulsadas al interior de la iglesia católica han marcado el pontificado del papa Francisco. Si bien esta intención de cambio fue iniciada por sus antecesores, la forma que tiene el religioso argentino de comunicarla ha refrescado a la iglesia. Así lo explica el padre Carlos Rossel, rector de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima y conductor del programa Domingo es Fiesta de RPP Noticias.
“El papa no ha cambiado la doctrina de la Iglesia, ningún papa lo puede hacer, pero sí ha traído un aire fresco para mostrarnos una iglesia más cercana, más acogedora, más misericordiosa. Eso es lo que quiere él, siguiendo la línea de las enseñanzas de sus antecesores”. Francisco ha sido firme al pronunciarse, por ejemplo, sobre las denuncias de pedofilia que pesan sobre algunos sacerdotes.
Reformas. “No vamos a dar un paso atrás en lo que se refiere al tratamiento de estos problemas y a las sanciones que se deben poner. Al contrario, creo que debemos ser muy fuertes. Con los chicos no se juega”, dijo en el 2014 en el Vaticano durante su discurso frente a los integrantes de la Oficina Internacional Católica de la Infancia. El santo padre también abrió la posibilidad de que los divorciados puedan recibir la eucaristía, cuestión expuesta en su encíclica -carta dirigida a los fieles católicos- Amoris laetitia o La alegría del amor.
Otra iniciativa fue crear una comisión que estudie y analice la posibilidad de que las mujeres puedan ser diaconisas, personas que asisten al sacerdote. Pueden predicar el evangelio e incluso administrar sacramentos como el bautismo. “Hay evidencias que en las primeras comunidades cristianas hubo diaconisas. Lo que hace el papa es, dentro de las posibilidades de la historia, preguntarnos por qué no se puede pensar también hoy en esa posibilidad”, comenta el padre jesuita Rafael Fernández, de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.
Comprensión y perdón. Fernández también dice que el perdón de los pecados no podría estar exento de esta serie de reformas. Por ello, Francisco autorizó a los sacerdotes a perdonar pecados tan dolorosos y graves como el aborto. “Sí dijo una cosa fuerte, que él es consciente de que las personas que se han visto, de alguna manera, obligadas a abortar no lo han hecho siempre saltando de alegría, sino que más bien hay una situación de dolor que comprender”.
Esta y otras reformas han generado resistencia de los sectores más conservadores del catolicismo. Sin embargo, muestran a un papa más cercano a sus fieles, un líder religioso sumamente preocupado por los problemas y el bienestar de todos los miembros de la Iglesia en la que él es el máximo representante de Dios en la tierra.
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