Según Pyongang, Corea del Sur y Estados Unidos elaboraron un plan que implicaba el uso de armas químicas para acabar con su líder.
Corea del Norte acusó este viernes a la CIA de armar, junto a los servicios de inteligencia surcoreanos, un plan para matar a su líder, Kim Jong-un. El supuesto complot tenía previsto usar sustancias químicas contra el mandatario durante las celebraciones del pasado abril en el país asiático.
El Ministerio de Seguridad Estatal dijo en un comunicado que detectaron un grupo infiltrado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Servicio Nacional de Inteligencia de Seúl para realizar preparativos “encubiertos y meticulosos" para atentar contra su líder mediante el uso de sustancias químicas". Para esto "sobornaron" en 2014 a un norcoreano apellidado Kim que trabajada en un complejo industrial en el territorio ruso de Jabárovsk para que cometiera un "atentado terrorista" contra el líder.
El plan. El objetivo era asesinar al líder norcoreano durante los actos en marzo en el Palacio del Sol (donde están embalsamados su abuelo y su padre, Kim Il-sung y Kim Jong-il) y en el desfile militar. "Le dijeron que el asesinato con sustancias químicas, incluidas sustancias radiactivas y nanovenenos, era el mejor método, que no requiere acceso al objetivo", con resultados tras seis o doce meses, se indica en el texto. La inteligencia de Seúl habría asumido los costos para la operación y el hombre recibió dos pagos de 20,000 dólares y un transmisor-receptor de satélite.
En 2016, cuando ‘Kim’ vivía en Pyongyang, le dieron instrucciones para acceder a los lugares de las celebraciones y se le dieron 200,000 dólares para establecer un centro de enlace en el extranjero. El objetivo era introducir los equipos y materiales necesarios y para sobornar a cómplices. "Le insistieron en que tomara las mejores medidas para examinar y preparar la operación, ya que podría desencadenar un incidente catastrófico, como una guerra”, dice el documento difundido por la agencia. EFE
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