El presidente de Estados Unidos cumplió este lunes una de sus más ardorosas promesas de campaña, retirar a su país del bloque económico mas grande del planeta.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió este lunes su promesa de campaña de retirar a su país del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), tratado al que le dedicó varias de sus frases más altisonantes cuando era candidato. “Es un acuerdo horrible. No nos trae más que problemas", dijo en uno de sus mítines y además consideró al acuerdo como “un golpe mortal a la industria estadounidense”.
Este tema ha tenido tal importancia para el magnate, que en uno de sus primeros mensajes tras ganar las elecciones en noviembre pasado reiteró su intención de abandonar el tratado. "(El TPP) es un desastre potencial para nuestro país (…). En cambio, negociaremos acuerdos comerciales bilaterales que generen empleos e industria en EE.UU. otra vez", dijo en un video difundido en las redes sociales. ¿Pero cuáles son las razones y argumentos que sustentan el repudio de Trump al TPP?
Recuperar empleos. Para el multimillonario, este acuerdo que elimina las barreras comerciales entre Estados Unidos y 11 países de la región Asia-Pacifico (entre ellos el Perú), pone los intereses comerciales de las otras naciones por encima de la generación de empleo en su país, que él considera fundamental para “hacer a Estados Unidos grande otra vez” (“Make America Great Again”) como decía su lema de campaña.
Trump asegura que en los últimos 15 años unas 60.000 fábricas estadounidenses han cerrado con la consecuente pérdida de casi 5 millones de empleos. Esto a consecuencia de acuerdos como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TCLAN), que incluye a Canadá y México, y el traslado de la manufactura de empresas de Estados Unidos a países con mano de obra más barata. “La globalización acabó con la clase media”, dijo el en un mitin en junio del 2016.
Trump proteccionista. El mandatario quiere imponer un Estado proteccionista en materia económica, evitando a toda costa que la industria de su país siga migrando a países como México o del sudeste asiático (donde el salario mínimo está muy por debajo del estadounidense) generando el desempleo en Estados Unidos.
De hecho ha lanzado amenazas a varias compañías con imponerles nuevos aranceles si llevan sus fábricas de producción al extranjero. "Pronto habrá un impuesto del 35% para las empresas que quieran vender sus productos, desde vehículos a unidades de aire acondicionado, desde el otro lado de la frontera", escribió Trump en su cuenta de Twitter el pasado 4 de diciembre.
Independencia económica. El magnate inmobiliario también ha apelado a "la independencia económica" de su país. Y para eso plantea acuerdos bilaterales con opción a que queden sin efecto si no son convenientes. "Vamos a tener comercio, pero vamos a hacerlo uno a uno. Y si alguien no se porta adecuadamente le enviaremos una carta de fin del acuerdo, con 30 días para que corrijan la conducta o de lo contrario nos retiraremos", advirtió.
Además ha dicho que su objetivo central es que las condiciones del comercio mundial no minen la fuerza laboral y el desarrollo estadounidense. Y a su juicio, debido a tratados firmados por negociadores "estúpidos”, "EE.UU. ha cambiado su política de promover el desarrollo en EE.UU. por promover el desarrollo en otras naciones". La retirada del país del TPP es "una gran cosa para los trabajadores estadounidenses", dijo este lunes al anunciar la salida de su país del acuerdo.
¿Qués es el TPP? Es un acuerdo que busca eliminar la mayoría de aranceles entre los doce países de la cuenca del Pacífico que firmaron este tratado: Estados Unidos, Japón, Australia, Canadá, Chile, Brunei, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, que juntos representan casi el 40% del PIB mundial. Para que el acuerdo entre en vigor, debía ser ratificado por los parlamentos de todos los países miembros; sin embargo, existe una cláusula que dice que si el 4 de febrero de 2018 los parlamentos no han ratificado el tratado, este entrará en vigor si ha sido aprobado por al menos seis economías que representen el 85% del PIB del grupo, una situación poco probable tras el anuncio de Trump dado que la economía de EE.UU representa casi dos tercios del PIB del grupo.
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