"Trump está fuera de control. Esto no va a acabar bien", dijo un exagente del FBI sobre el escenario tras el despido de James Comey.
El presidente estadounidense, Donald Trump, usó Twitter este viernes para amenazar al exdirector del FBI, a quien sacó de su puesto el pasado martes. Además, anunció que quiere que se ponga fin a la investigación sobre la posible coordinación de su campaña presidencial con Rusia, la cual estaba siendo investigada por el funcionario despedido.
En menos de una hora, Trump escribió una serie de tuits en los que amenazó a Comey si "comienza a filtrar" información sobre sus conversaciones, en las que el exdirector le aseguró, según el presidente, que no estaba siendo investigado por colusión con el Gobierno ruso. "A James Comey más le vale que no haya cintas de nuestras conversaciones antes de que él empiece a filtrar a la prensa", escribió el presidente de los Estados Unidos.
Un despido confuso. Al inicio los portavoces de Trump dijeron que la salida de Comey fue por su manejo de la investigación del caso de los correos de Hillary Clinton cuando era secretaria de Estado. Sin embargo, la polémica sobre Rusia sigue en el centro del escándalo. El presidente dijo el jueves que Comey le aseguró que no estaba siendo investigando dentro de las pesquisas sobre las conexiones de su campaña con el Kremlin. Además dijo que llevaba varias semanas pensando en despedirlo, al margen de una supuesta recomendación del Departamento de Justicia para que lo haga.
Fuentes cercanas a Comey, sin embargo, aseguraron a medios estadounidenses que es imposible que el máximo responsable de esa investigación, que podría poner en peligro la presidencia de Trump, dijera eso con las pesquisas aún en marcha. El mandatario también mostró su enfado por las críticas sobre la descoordinación de su equipo de comunicación con todos los implicados en la sorpresiva salida de Comey, que mantuvo en conocimiento de un grupo muy reducido de colaboradores.
Contradicciones internas. Todos los implicados han corregido al presidente o han sido contradichos por él, lo que ha elevado las dudas sobre si el despido de Comey fue para cerrar la investigación sobre Rusia que lideraba. Trump no ha tenido ningún problema en vincular la salida de Comey a la investigación sobre Rusia, que considera una invención de los demócratas por su derrota en las elecciones y un intento de distraer la atención de los progresos de sus políticas. El presidente llamó a estas pesquisas "un caza de brujas" y se preguntó "¿cuándo va a acabar?".
Según dijo a CNBC un exagente del FBI, Trump ha declarado la guerra al FBI, después de hacer lo mismo contra las agencias de inteligencia que, antes de su toma de posesión, consideraron demostrada la intención de Moscú de inclinar las elecciones de 2016 a favor del republicano. "Trump está fuera de control (...). Esto no va a acabar bien para esta Administración". EFE
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