Las declaraciones del mandatario incomodaron a la canciller alemana, Angela Merkel.
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, puso este viernes en una situación incómoda a la canciller alemana, Angela Merkel, durante su visita de trabajo a Berlín, al afirmar que el lugar de su esposa Aisha está en la cocina, no en la política.
"No sé exactamente a qué partido pertenece mi mujer. En realidad su lugar es mi cocina, mi comedor y el resto de habitaciones de mi casa", dijo el presidente nigeriano a la pregunta de un periodista sobre un pronunciamiento político de su esposa.
La respuesta de Buhari colocó en una delicada situación a Merkel, quien hasta entonces había elogiado los esfuerzos de Nigeria en la lucha contra el terrorismo internacional. La canciller puso cara de incomodidad y luego soltó una sonrisa algo displicente, mientras el presidente Buhari proseguía con su discurso acerca del papel que, a su parecer, le corresponde desempeñar a la primera dama.
Rol político. Aisha Buhari, la segunda esposa del líder nigeriano, apoyó activamente a su marido en la última campaña electoral. Sin embargo, en una reciente entrevista con la cadena británica BBC cuestionó que fuera a hacerlo de nuevo si éste no cambiaba su rumbo político y no remodelaba su Gobierno.
La primera dama de Nigeria dijo que el presidente "no conoce a 45 de 50 de las personas que ha nombrado" en su Administración e incluso le acusó que, pese a llegar al poder en 2015 para luchar contra la corrupción, hoy no es más que un títere.
El presidente nigeriano es un general retirado de 72 años que lideró el país entre 1983 y 1985 después de dar un golpe de Estado. Fue elegido presidente en marzo del 2015 tras ganar las elecciones con el 53,23% de los votos. (Con información de EFE).
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