"No conseguía dormir, desde la primera noche. La energía no era buena. Llegamos a pensar: '¿Será que aquí hay fantasmas?", confesó el presidente de Brasil.
El presidente de Brasil Michel Temer eligió no vivir en el palacio presidencial de Alvorada por razones sobrenaturales. El político de 76 años sintió “malas energías” en la residencia oficial e incluso se preguntó si había fantasmas.
"Sentí una cosa extraña ahí. No conseguía dormir, desde la primera noche. La energía no era buena. Marcela sintió lo mismo. Solo a Michelzinho (su hijo), que se la pasaba corriendo de un lado al otro, le gustó. Llegamos a pensar: '¿Será que aquí hay fantasmas?’”, dijo en una entrevista a la revista Veja.
El columnista de O Globo Jorge Bastos Moreno aseguró el sábado que Marcela Temer contrató a un sacerdote "conocido por espantar los malos espíritus con sus oraciones" para que protegiera con agua bendita la casa.
Temer, su esposa Marcela y su hijo Michelzinho solo vivieron por dos semanas en el palacio de Alvorada porque decidieron regresar a la residencia de la vicepresidencia, donde reside desde 2011.


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