Tras un intenso ataque armado de más de siete horas policías y paramilitares tomaron el control de la combativa ciudad de Masaya. La arremetida dejó al menos dos muertos. Grupos opositores y organismos internacionales condenaron estos actos de fuerza.
El Gobierno de Nicaragua realizó el martes un nuevo ataque armado contra una población del país, esta vez en la ciudad de Masaya, pese al repudio local e internacional, con un saldo de al menos tres fallecidos que se suman a una lista de más de 351 personas muertas en la crisis.
El Gobierno del presidente Daniel Ortega tomó el control de Masaya, 29 kilómetros al sureste de Managua, tras un intenso bombardeo de más de siete horas, con énfasis en la comunidad indígena de Monimbó. "Cayó Masaya, todo está en silencio, los chavalos debieron abandonar las trincheras y huir, sus armas eran demasiado pesadas", dijo a la agencia de noticias EFE una integrante del Movimiento 19 de Abril Masaya, al culminar el ataque. Durante la intervención gubernamental, el cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes llamó a los habitantes de Masaya a resguardarse en lugares seguros, "ante el acoso armado" de las "fuerzas combinadas" del Gobierno. .
Oidos sordos
La alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea y vicepresidenta de la Comisión Europea, Federica Mogherini, llamó al Gobierno de Nicaragua a poner "fin inmediato a la violencia", sin ser escuchada. Ortega tampoco atendió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que le recordó que "ya existe un marco para detener la violencia y abrir canales de diálogo que eviten más pérdidas de vida".
Policías y simpatizantes sandinistas celebraron con cantos y bailes la toma por la fuerza de las armas de la ciudad nicaragüense de Masaya, con cantos que decían "aunque te duela, aunque te duela, Daniel, Daniel, aquí se queda". Sin embargo, a juicio del disiente sandinista y exvicecanciller de Nicaragua, Víctor Hugo Tinoco, la crisis ha expuesto a Ortega como un "carnicero" y un "salvaje".
Ley de terrorismo orteguista
El Gobierno nicaragüense expresó su "más enérgica protesta" por las "declaraciones parcializadas" de la ONU, que denunció que la ley de terrorismo aprobada por el Parlamento el lunes puede usarse para criminalizar las manifestaciones en el país. Bajo esa nueva ley el Gobierno de Nicaragua procesó este martes a los líderes rurales Medardo Mairena y Pedro Mena, a pesar de que fueron capturados antes de su aprobación, lo que mereció el repudio de la líder campesina Francisca Ramírez, una de las mujeres más influyentes del país.
El rechazo alcanzó al jefe de la bancada sandinista en el parlamento nicaragüense, Edwin Castro, quien fue expulsado de un supermercado por la incomodidad de los clientes, que le gritaron "asesino, degenerado, genocida".
La CIDH y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país", lo cual ha negado. (EFE)
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