El recinto de cultura cuenta con once salas llenas de lienzos, esculturas y objetos que datan del siglo XV. Algunas de las salas son usadas actualmente por las madres.
Atraída por su impresionante arquitectura de sillar, y con la promesa de retornar tras conocer el Nacimiento del Baúl, una vez más llego hasta el Museo de Arte Colonial Santa Teresa, ubicada en tercera cuadra de la calle Melgar en la ciudad de Arequipa.
Al ingresar, la mascota del lugar, Misti, un can travieso, de raza peruana caracterizado por no tener pelos y de color negro, me da la bienvenida y me acompaña a iniciar el recorrido junto al guía Elard Condori Mendoza.
El lugar, edificado de sillar en el año de 1710, cuenta con once galerías; además de la Iglesia. Algunas de estas salas, en la actualidad, continúan siendo usadas por las madres del Monasterio de la orden Carmelitas Descalzas.
Cuenta con un jardín, y en cuyo centro se halla una pileta hecha de piedra de alabastro o de Huamanga, que es translúcida a la luz, y fue edificada entre los años 1750 a 1753. Pese a los años esta aún se conserva.
El recorrido por las salas
La primera galería es la Sala de Interpretación, o lo que antes fue la portería. En esta se encuentra una maqueta de todo el Monasterio de Santa Teresa, que incluye el templo y el museo. Se exhiben además, las técnicas usadas en la época colonial como la decoración en pan de oro, orfebrería, entre otros.
En la segunda sala de la Orden, antes oficina Prioral, se hallan tres objetos valiosos de la orden Carmelitas, entre ellos el Relicario hecho de plata y en cuyo interior se conservan restos óseos y objetos personales del siglo XVI de santos de dicha orden religiosa como Santa Teresita y San Juan de la Cruz. Similar a esta es la Sala Orfebrería, antes de enfermería, se exhiben objetos valiosos de la iglesia Católica, conservados desde el siglo XVIII, como la custodia hecha en plata dorada, plata y piedras preciosas.
Luego tenemos el ambiente de la Ropería, hoy Sala de la Sagrada Familia. Aquí se muestran lienzos y esculturas que datan desde el siglo XV hasta el XVIII, todas referidas a la familia conformada por José, María y el niño Jesús, resaltando entre ellos, el Baúl de la Natividad conformada por más de 300 pequeñas figuras que retratan diversas escenas de la vida de Jesús.
Una de las salas llamativas es la galería Capitular. Sus paredes están pintadas como si fuera un retablo ayacuchano, y muestra imágenes cotidianas. La pintura ya no se conserva en toda la extensión de los muros por el paso de los años. En los alrededores también se muestran lienzos cusqueños de pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento, como David y Goliat, la adoración de los pastores, la asunción de María, la imagen de la Virgen del Carmen, entre otros. Actualmente, aquí las madres del monasterio se reúnen para elegir a la “Madre Priora”.
La sexta sala es la del Coro Bajo, donde se muestran lienzos del siglo XVII que relatan la historia de Jesucristo; además de escultura y objetos valiosos, como un piano y un reloj del siglo XVIII usado por las monjitas de aquel entonces. Es desde aquí, donde actualmente, las monjitas participan de las celebraciones eucarísticas. La séptima, es la Sala de Profundis, donde se exhiben 12 cuadros de los siglos XVII y XVIII que escenifican la pasión de Cristo.
Como la octava galería, es considerada el templo de Santa Teresa, en cuyo altar mayor está la imagen de la Virgen del Carmen, sagrada imagen venerada por la orden religiosa. Esta iglesia es la única que cuenta con tres coros.
El museo también cuenta con las salas de las Campanas, que es donde se tocan estas; la décima, galería del Coro Alto, que es un espacio donde se exhiben diferentes imágenes de virgen y en siete lienzos se retrata la vida de María; además, se muestra una escultura de la “Dormición de María” con dos ángeles andinos.
Y las dos últimas que son las salas de Locutorio, donde se muestran los objetos utilizados por las primeras monjitas del monasterio; y la sala de la Comunidad, donde se exhibe hermosa porcelana del siglo XIX. Antiguamente, este ambiente era usado para que las madres reciban visitas especiales como del arzobispo.
El museo de Santa Teresa fue abierto al público en el 2005, tras un intenso trabajo de recuperación de los objetos, esculturas y lienzos, iniciado por el actual director regional del Ministerio de Cultura. Franz Grupp Castello y su esposa Zully Mercado (Q.P.D.) en el año 2002, un año después del terremoto.
Visita Arequipa, visita el museo de Santa Teresa, que guarda una gran historia religiosa… y conoce a Misti, la mascota de las madres del monasterio.
Por: Diane Mora
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