Miembros de la Unión Internacional de Arquitectos, que agrupa a 124 países, visitaron la ciudadela el domingo y la pusieron como ejemplo de armonía con la naturaleza.
Caral es una de las civilizaciones más antiguas del orbe y también una de las más peculiares.
¿Pero por qué? La civilización desarrollada entre los 3000 y 1800 años antes de Cristo construyó en tierras desérticas y respetó las tierras fértiles porque las consideró deidades.
Este domingo, los miembros de la Unión Internacional de Arquitectos reiteraron su respeto por estos pobladores que se asentaron en el valle de Supe en la llamada Carta de Caral.
Ellos consideran la ciudadela de Caral como un ejemplo de urbanismo y de armonía con la naturaleza. Las observaciones fueron plasmadas en un documento que espera servir como ejemplo a los asistentes a la COP21 en París.
"Nunca ocuparon las tierras del valle, no se asentaron en tierras productivas. Las tierras fértiles eran deidades", explicó la arqueóloga Shady a la Agencia AFP.
Una sequía golpeó fuertemente a la población de Caral, de la que no se han desenterrado aún armas, en 1800 antes de Cristo, por lo que la ciudadela fue abandonada y posteriormente enterrada en la arena.
El ejemplo de Caral también ha llegado a Japón, donde ingenieros estructurales japoneses han alabado el modelo antisísmico de Caral.
Comparte esta noticia