El Estado cuenta con la tecnología necesaria para triplicar la oferta de trasplantes.
La escasez de órganos para donaciones es mundial. Pero en el Perú, la situación es dramática. Carlos Carvalho, Gerente de Procura y Trasplante de EsSalud explica que al día mueren de 2 a 3 peruanos debido a que no pudieron acceder a un trasplante de órganos que era fundamental para continuar con su vida. Lo contradictorio de la situación es que esas vidas pueden ser salvadas.
Falta de una cultura de la donación. ¿Cómo se podría revertir esta situación? Al día fallecen 1 o 2 personas por diversas causas, quienes podrían ser perfectos donantes para los receptores de órganos que mueren esperando. Un solo donante puede salvar hasta 8 vidas, y mejorar la calidad de vida de muchas más. Lamentablemente, observamos que en una cantidad considerable de casos, las familias no aceptan ofrecer los órganos y tejidos de sus parientes fallecidos, incluso cuando ellos mismos marcaron la opción “SI” en sus DNI.
Derribando mitos. Carvalho explica que muchas de las reticencias hacia la donación de órganos y tejidos se basan en mitos, creencias que no suceden en la realidad. “Las estadísticas nos dicen que las personas consideran la donación como algo positivo, pero que no aceptan hacer porque temen que sus familiares no estén realmente muertos, o que se vaya a traficar con sus órganos. Esto es completamente falso.”
Alto costo para el Estado. La escasez de donación de órganos, además, genera altos costos al Estado. “El Ministerio de Salud atiende a 2 500 pacientes cuyos riñones fallan, razón por la cual necesitan diálisis para limpiar su sangre. El Sistema Integral de Salud atiende a 11 mil pacientes por la misma razón. Cada paciente significa una inversión de 50 mil soles al año para el Estado”, finaliza Carvalho.
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