Con paciencia de artesano, este hombre se ha propuesto devolverles la ilusión a niños y adultos arreglando sus objetos más preciados: sus juguetes.
"La única diferencia entre un niño y un adulto es el precio de sus juguetes", reza una frase popular. No importa la edad que uno tenga, siempre recuerda aquel primer muñeco o carrito que le fue regalado en su infancia. Algunos con suerte lo conservan y otros tienen que resignarse a ver cómo el paso del tiempo o un accidente los dejó dañados. Sin embargo, en un lugar de Lima existe un taller que puede restaurarlos y devolvernos la ilusión de la infancia.
Enrico Díaz tiene 42 años y desde hace más de una década trabaja en un pequeño taller ubicado en San Isidro, desde donde arregla, pinta y repara juguetes de todos los tamaños y modelos. Puede tratarse de muñecos, cajitas de música, carruseles y carritos, a todos les dedica esfuerzo y cariño.
La importancia de su trabajo se sustenta en las anécdotas que ha vivido con varios clientes. "Me trajeron un equipo de sonido de juguete. El señor me dijo que era de su padre, en ese trabajo me demoré 20 días en repararlo. Y cuando lo pusimos para que funcionara el dial estaba en AM y salió la canción que su padre escuchaba en esa época", narra Enrico. "El señor se emocionó muchísimo y fue algo que nos sorprendió", revela.
Otras anécdotas. No obstante, también hubo espacio para historias extrañas y que le provocaron temor mientras trabajaba. "Me enseñaron fotos de un muñeco que miraba a un lado y se movía, pero cuando tuve el muñeco me di cuenta que era de una sola pieza", relata. "Ese trabajo lo terminé en dos días y medio porque quería que se lo lleven de una vez. Me hizo sentir bastante incómodo", añade Enrico. El juguete era un Topo Gigio.
Su vida como reparador de ilusiones lo alterna con su afición por la pintura y la literatura. Enrico Díaz ha publicado un par de poemarios y su taller está lleno de cuadros de su autoría. Él se considera un artista y su trabajo polifacético parece confirmarlo.
El tiempo que tarda y su tarifario pueden variar. Dependerá del tipo de juguete, la gravedad del daño y el tipo de piezas que necesitará. Una reparación en promedio puede tardar una semana y el costo puede oscilar entre los 50 y 500 soles.
Un mensaje. "Los juguetes han sido como nuestro pequeños amigos y una manera de ser agradecidos y tener cierta gratitud por la vida es valorar esos pequeños detalles que fueron representados mediante estos objetos", reflexiona el médico de juguetes.
Dónde ubicarlo:
"Restauraciones Da Vinci" - Los Gavilanes 163, San Isidro.
Teléfono: 993-904-284
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