El hecho ocurrió en Brasil. El joven de 21 años logró sobrevivir a los dos impactantes golpes.
A veces ni el peor de los infortunios es sinónimo de fatalidad. Esta vez Daniel Joventino Rumao, un jóven de 21 años que vive en la localidad brasileña de Fortim se ha salvado, y de milagro. No era su día, ni su hora. Iba a gran velocidad por una vía rápida cuando fue embestido por un auto, pero eso no fue lo peor que le pasó.
Salió volando unos 5 metros, la caída fue seca y el arrastrón prolongado. Felizmente llevaba casco. Pero lo increíble es que pese al fuerte golpe pudo recuperarse rápido y ponerse en pie, había salido ileso del impacto con el pequeño auto blanco responsable.
Historia de supervivencia. Tras colisionar, su moto fue a dar de lleno hacia uno de los postes de alumbrado público que estaba en la vía. Inmediatamente, como una manguerilla que deja de ser sostenida y pierde estabilidad, el encementado se arqueó con violencia y cayó sobre el hombre que recién se había repuesto del primer golpe.
Cayó fulminado al suelo. Pero no era su hora, aún. "Cuando noté que iba a estrellarme contra el poste salté de la moto. En los primeros segundos vi estrellas, luego miré mis piernas y me di cuenta de que estaba muy lastimado, el dolor era fuerte", comentó Joventino a medios locales, según informó RT.
Inmediatamente fue asistido por los vecinos quienes lo llevaron a un hospital. Le tuvieron que operar una de las piernas. Deberá ser intervenido otras veces más por las serias complicaciones y traumatismos que presenta. "Volví a nacer", ha comentado, la fortuna esta vez estuvo de su lado, pese a todo.
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