Más de 8 millones de peruanos no tienen acceso al sistema público del alcantarillado, según INEI. En el Día Mundial del Retrete, reflexionamos sobre la ausencia del alcantarillado como factor para la propagación de enfermedades por medio de las heces humanas.
Desde la Edad Media en que se expandieron las grandes epidemias en Europa, como la peste negra, las autoridades empezaron a preocuparse por la creación de sistemas de alcantarillado. De esta forma se podían prevenir los focos infecciosos por la contaminación de las heces humanas en las calles. Ese es el objetivo del saneamiento público y por eso se fundó el Día Mundial del Retrete el 19 de noviembre.
El sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible, al que están suscritos los países de Naciones Unidas, entre ellos el Perú, exhorta a la comunidad internacional a garantizar el acceso de toda la población mundial a los retretes para el año 2030. Sin embargo, esta realidad parece lejana para el Perú, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) titulado “Perú: Formas de Acceso al Agua y Saneamiento Público”.
En dicho informe se señala que entre febrero del 2017 y marzo del 2018 se registró que solo 23 091 511 de los peruanos (72,7% de la población) accede al sistema de alcantarillado por red pública. Eso quiere decir que más de 8 millones de peruanos aún no tienen acceso al sistema de saneamiento.
Enfermedades por la falta de alcantarillado
RPP Noticias se comunicó con el médico internista de EsSalud, Martín Chincha, para conocer las enfermedades que se pueden propagar en las familias peruanas por la ausencia de un sistema de alcantarillado óptimo.
“Un correcto sistema de alcantarillado evita la contaminación del agua, donde se arrojan las excretas humanas, y así se previene la propagación de infecciones que se puede producir por bacterias, virus y parásitos. Si no hay saneamiento, el agua de pozos o manantiales se contamina”, explica Chincha.
Entre las bacterias coliformes, presentes en las heces humanas, encontramos la Escherichia coli, la cual puede producir enfermedades diarreicas. Otras bacterias son la Chiguella que produce disentería y meningitis; la Salmonella, que origina la fiebre tifoidea y la septicemia; también está el Protus, que también produce septicemia.
Los virus que se hallan en las heces humanas son los que pueden generar las hepatitis A y E, mientras que los parásitos que se encuentran son los áscaris y las tenias.
“Si por un lado el alcantarillado aísla las excretas del agua para que no la contamine, la persona debe realizarse un correcto lavado de manos para evitar el contacto directo en manos o boca con los agentes patógenos”, manifiesta Chincha.
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