El coyote es un animal que se adapta fácilmente. Es un depredador eficaz y una especie generalista, es decir, puede habitar en una amplia gama de condiciones ambientales. No tiene una dieta especializada, así que encontrar alimento tampoco le representa un gran problema.
Este cánido puede habitar en ambientes intervenidos por el hombre y aunque es nativo de Norteamérica, ya ha colonizado casi toda Centroamérica y está muy cerca de cruzar el tapón del Darién y entrar al sur del continente.
A simple vista esto no pareciera ser un problema, sobre todo porque, históricamente, el coyote ha venido ampliando su rango de distribución. Sin embargo, los expertos consideran que su llegada pondría en peligro a las especies nativas de Sudamérica. Mongabay Latam le explica cinco datos acerca del coyote y su continua expansión por el continente americano.
1. Lo favorecen las actividades humanas
Se favorece por las actividades antrópicas, desde los cultivos hasta la ganadería. “Frecuentemente tiene problemas con personas que crían animales de talla pequeña como cabras, ovejas, cerdos y pollos. Y también se ha reportado que puede consumir frutos en los cultivos”, asegura Octavio Monroy, doctor en Biodiversidad y Conservación y coordinador del Centro de Investigación en Ciencias Biológicas Aplicadas de la Universidad Autónoma del Estado de México.
La deforestación y el cambio de uso del suelo representan grandes riesgos para la biodiversidad pero, aunque parezca extraño, en el caso de especies generalistas como el coyote, han sido unos buenos aliados.
2. Puede ser una amenaza para poblaciones de puma y jaguar
Aún no se sabe qué tanta presión de depredación pueden ejercer los felinos sobre los coyotes, “algunos estudios han evidenciado restos de coyote en la dieta de los felinos pero es algo muy raro”, dice Monroy. El experto cree que lo más probable es que se dé un fenómeno conocido como exclusión competitiva, es decir, la sola presencia de jaguares y pumas hace que el coyote no se acerque a esos territorios.
Sin embargo, la preocupación de los científicos es que las poblaciones de puma y jaguar están diezmadas en varias zonas. “La disminución de grandes depredadores (jaguar Panthera onca y puma Puma concolor), ha facilitado la expansión del coyote al sur de Panamá”, dice un reciente artículo científico.
3. Cruzó el canal de Panamá
Una de las sorpresas más grandes que ha dado el coyote es que fue capaz de cruzar el canal de Panamá cuando se pensaba que sería la barrera final a su expansión. “Es probable que hayan cruzado nadando, porque hay otras zonas dentro de su distribución que tienen ese tipo de barreras, como en el sur de México donde hay varios ríos de gran tamaño, e incluso el río Bravo entre México y Estados Unidos”, comenta José Fernando González-Maya, doctor en Ciencias y director del Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras (Procat).
La colonización al sur del canal no está del todo clara, pues existen algunos trabajos científicos que lo han detectado pero no se sabe cuál es la tasa de expansión del cánido en esa zona. “El caso es que ya lo cruzó y ahora quedan muy pocas barreras que lo puedan detener”, reconoce.
4. Su expansión se daría por el Caribe y los Andes colombianos
La ruta más probable del coyote sería a lo largo de la cordillera de los Andes, así como la región Caribe colombiana, pasando por la Sierra Nevada de Santa Marta y continuando hacia la costa venezolana.
La región Caribe cumple con varias condiciones que la convierten en ideal para el coyote pues “ha sufrido procesos de deforestación muy fuertes, está dominada por pasturas degradadas y zonas de cultivos. Es muy probable que ahí el coyote sea muy exitoso”, dice González – Maya.
5. Frenar su expansión para evitar posibles enfermedades zoonóticas
Según el biólogo Octavio Monroy, las especies generalistas como el coyote pueden tener mucha resistencia a parásitos, bacterias y virus pero pueden propagarlos. “Además, especies como el coyote se acercan más a los sitios donde hay humanos y ahí hay un riesgo por exposición a sus excrementos e interacción con animales domésticos, lo que puede llevar a un intercambio de patógenos que pueden ser zoonóticos”.
Por su parte, José Fernando González-Maya dice que como el coyote ha ampliado su rango de distribución debido a un fenómeno conocido como migración no asistida —el animal no ha sido introducido directamente por el humano, a pesar de que las actividades antrópicas hayan beneficiado su expansión—, es más difícil proponer medidas de manejo en los países a los que pueda llegar.
*Si quieres saber más sobre esta historia lee aquí el reportaje completo.
El artículo original fue publicado por Mongabay Latam . Puedes revisarlo aquí.
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