Un niño con una mala lonchera puede ver perjudicado su rendimiento escolar.
Para asegurar un buen año escolar, es indispensable que la lonchera ideal contenga líquidos, alimentos energéticos, reguladores y formadores, según los nutricionistas del Instituto Nacional de Salud del Niño.
“En la actualidad existen muchas familias con padres trabajando fuera de casa que optan por la manera más simple de preparar loncheras, es decir, con muchos carbohidratos y cero vitaminas”, indican los expertos de esta entidad. Este tipo de lonchera suele generar problemas de fatiga, desgano y en el peor de los casos, anemia, males que se deben prevenir si se quiere formar a un buen estudiante.
Es importante recordar que la lonchera nunca reemplazará al desayuno ni al almuerzo, por eso no se puede obvia ni una comida. Entonces, ¿qué debe contener una lonchera saludable? Aquí algunos detalles:
Alimentos reguladores (vitaminas y minerales). Estos consisten en frutas y verduras. Siempre es mejor ponerlas enteras, no picadas.
Alimentos formadores (proteínas). Carnes como el atún, el pollo o la pavita son recomendables.
Alimentos energéticos. Estos alimentos son muy importantes para la etapa escolar, los cereales, el pan y los tubérculos son algunos de ellos.
Líquidos. Los líquidos sin indispensables. En este caso se puede adoptar por agua de fruta, de cebada, de piña, de manzana. Lo importante es que todo sea natural.
¿Cómo distribuir la lonchera?
Un escolar necesita 1.200 calorías diarias. Este grupo de alimentos deben aportar entre 10% a 15% (250 a 300 calorías). “Si se excede esta cantidad, habrá un mayor esfuerzo digestivo para el niño y se dormirá en el aula”, menciona Rosario Soto, nutricionista de EsSalud.
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