Dejar el hábito de fumar puede ser muy difícil para algunos. Se trata de los adictos a la nicotina, el principal componente químico del cigarrillo.
Se estima que el 4% de la población mundial es dependiente de esta sustancia, del mismo modo que los adictos a la cocaína. Tienen una necesidad compulsiva de consumirla, explica Édgar Amorin, cirujano oncólogo de tórax de la clínica Ricardo Palma. Una predisposición genética y trastornos de la personalidad son factores claves que explican esta adicción.
El entorno social y una iniciación temprana en el consumo refuerzan las probabilidades de desarrollo de dependencia. Esta incluye consumir más de una cajetilla de cigarros al día, fumar a los pocos minutos de haberse levantado o incluso mientras se está enfermo.
Aunque los fumadores son conscientes de que su hábito tiene efectos negativos en su salud, entre los que se incluyen hasta 17 tipos de cáncer, no pueden dejarlo. Si lo intentan sufren del síndrome de abstinencia: ansiedad, sudoración y temblor. Por ello suelen fracasar en sus intentos.

Entre las alternativas usadas para dejar el cigarrillo figuran:
Tratamiento con láser
Se aplica láser en puntos específicos del cuerpo, como brazos, orejas, muñecas, nariz y manos. Se busca estimular la producción de endorfinas que reducen los síntomas que genera el déficit de nicotina.
Cigarrillo electrónico
Este dispositivo no necesita fuego para encenderse, por lo que no hay combustión de las sustancias tóxicas presentes en los cigarros convencionales. Además, al inhalarse vapor, tampoco hay humo ni de olores.
Terapia de reemplazo de nicotina
Proporciona la nicotina en forma de goma de mascar, parches, rociadores nasales (spray), inhaladores o pastillas de nicotina para chupar. Ayuda a aliviar algunos de los síntomas físicos de la abstinencia.
Acupuntura
Estimula el correcto funcionamiento del hígado, haciendo posible que no sufra el proceso de separación del cigarrillo. Además altera la percepción del sabor del tabaco, haciendo que la persona en tratamiento sea menos proclive a volver a fumar.
Circuitos cerebrales
Un estudio de la Universidad Médica de Carolina del Sur ha identificado que hay circuitos cerebrales de inhibición que están interrumpidos y no funcionan bien en muchos fumadores. Se evalúa el potencial de terapias farmacológicas y de comportamiento que podrían reforzar la comunicación de estos circuitos.
Pero la estrategia para dejar el cigarro con mayores opciones de éxito se denomina programa de cesación de tabaquismo. En este tratamiento participan diversos especialistas, psicólogos, psiquiatras, médicos generales y oncólogos, principalmente. Incluyen psicoterapia, fármacos, dieta especial, mayor actividad física, acupuntura y tratamiento con láser. Todo en conjunto hace posible tolerar con más éxito el síndrome de abstinencia.

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