La detección temprana del cáncer de mama es clave para el tratamiento de la enfermedad. Conoce las señales de alerta para detectarlo a tiempo.
Cada año se diagnostican 4,000 casos de cáncer de mama en el Perú. Lamentablemente, por la falta de cultura preventiva de la población, muchos de estos diagnósticos se realizan de forma tardía, cuando la enfermedad está avanzada, lo que complica las posibilidades de supervivencia del paciente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la detección precoz es fundamental para el control del cáncer, por lo que es importante que todas las mujeres sepan identificar sus principales señales. Estas son:
1) Protuberancias en el seno
La aparición de una nueva masa o protuberancia es una de las principales señales de cáncer. Esta presenta diversas características: puede ser dura y con bordes irregulares, o también blanda y con forma redondeada. En algunos casos, es sensible a la palpación e incluso llega a causar dolor. Por ello, ante la aparición de cualquier masa o cambio de forma en el seno, se debe acudir a una especialista. Sólo él estará en capacidad de dar un diagnóstico acertado o solicitar los exámenes necesarios para descartar la presencia de la enfermedad.
2) Hinchazón de todo el seno
Un cambio en el tamaño o forma de la mama es una señal de alerta, aún si no se detecta una protuberancia definida.
3) Dolor en el seno o pezón
Aunque el dolor, por lo general, no es un síntoma propio de la enfermedad, si se presenta una molestia prolongada en el área del seno, es mejor consultar con un médico.
4) Cambios en la piel
Se manifiestan a partir de irritaciones, rugosidades, hoyuelos, escamosidad o pliegues nuevos. Otro cambio importante es la contracción del pezón o aparición de llagas en esa zona.
5) Secreción del pezón
Si se produce de forma repentina, contiene sangre o solo se da en una de las mamas, se debe consultar con un médico.
Toma en cuenta estas señales de alerta y acude al especialista si presentas alguna de ellas. Recuerda además realizarte un autoexamen de mama cada mes, y una mamografía cada año, si tienes más de 40 años.
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