Ayudar a nuestros hijos a hacer las tareas no significa hacer los deberes por ellos. Es una cuestión de supervisión, acompañamiento y de enseñarles a ser responsables.
Los deberes escolares son necesarios para fijar en la mente los contenidos que se han abordado en la escuela. La web guía infantil señala que hacer los deberes con los niños por sistema no es la solución, pero a los padres nos corresponde la tarea de enseñarles habilidades que permitan optimizar el tiempo que los niños deben dedicar cada día a los deberes.
La actitud positiva de los padres ante los deberes ayuda a los niños a cumplir con su obligación de forma natural. Entonces, ¿cómo ayudar a los niños con sus deberes? Motivar a los niños día a día en la adquisición de conocimientos es una tarea imprescindible para que los deberes no se conviertan en algo aburrido, que cause rechazo en los niños.
Ten en cuenta lo siguiente:
Es importante reconocer el valor de los deberes en el aprendizaje. Es fundamental tener paciencia al momento de educar a los hijos, además de alimentar de manera positiva la necesidad de hacer los deberes con nuestros niños.
Es necesario establecer hábitos y rutinas. Después del colegio, de cambiarse de ropa y alimentarse, fija una hora para empezar a hacer los deberes y demuestra firmeza. Tu hijo debe saber que puede realizarte consultas o preguntarte algo que no entienda.
Revisa que tu hijo disponga de los materiales adecuados para hacer sus deberes del colegio y, cuando te pida ayuda, oriéntale pero no le ofrezcas la respuesta. Si le das todo hecho, él aprenderá que cuando tenga una dificultad solucionarás el problema por él. Demuestra interés en colaborar en sus deberes y dale importancia a la realización de sus tareas. Establece con tu hijo cuáles son las tareas difíciles y las fáciles en función de sus preferencias. Oriéntale para que haga primero las más difíciles, reservando las más fáciles para cuando esté más cansado.
Puedes aprovechar para leer cuando tu hijo esté haciendo los deberes. De este modo, podrás prestarle atención cuanto lo necesite, y le estarás dando un buen ejemplo. Cuando notes que tu hijo está cansado, proponle un descanso de diez minutos. Así podrá volver con más concentración a los deberes.
Busca siempre lo positivo y evita las críticas. Si el niño se siente frustrado e incapaz, su dificultad aumentará y perderá el interés de superarse. Los deberes se convertirán en una pesadilla. Revisa los deberes y asegúrate de que el trabajo está completo.
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