La gastritis emotiva o nerviosa es un mal común de nuestros tiempos, sobre todo por la sobrecarga de estrés, que es uno de los causantes de este mal.
La gastritis emotiva, también llamada gastritis nerviosa, es un tipo de gastritis causada por el estrés o la ansiedad. Afecta nuestro estómago inflamando e irritando la mucosa gástrica, produciendo síntomas muy similares a los de la gastritis causada por la bacteria Helicobactir pylori.
Las causas más comunes de la gastritis emotiva son el estrés, la ansiedad, el nerviosismo, el agobio o un estado de tensión prolongado que se puede acompañar de otras dolencias corporales. Los síntomas de la gastritis emotiva pueden ser:
- Hinchazón en el estómago y vientre. Sensación de inflamación en la parte superior del abdomen después de comer
- Reflujo
- Pérdida de apetito
- Sensación de ardor en el estómago y/o esófago entre las comidas o por la noche
- Un dolor en la parte superior del abdomen
La buena alimentación es fundamental para tratar la gastritis nerviosa de forma adecuada. Por ello, debemos cuidar nuestra alimentación. Es necesario evitar los alimentos que puedan intensificar los síntomas: las comidas picantes, las bebidas gaseosas, las grasas, las frituras, el café o el té negro. Además, es aconsejable no consumir alcohol o tabaco.
Para evitar la gastritis nerviosa es recomendable apostar por técnicas de manejo de estrés, hacer deporte y mantener una alimentación saludable. Frente a situaciones que generen ansiedad, es recomendable utilizar herramientas que nos ayuden a controlar los efectos de la misma: hacer ejercicios de relajación, hacer yoga, o consumir alimentos naturales que ayuden a controlar los nervios, como la manzanilla o jugos de frutas frescas. El buen descanso, escuchar música relajante y una dieta balanceada también ayudarán a controlar los síntomas.
Si el control de la gastritis emotiva se escapa de las manos del paciente, es recomendable acudir al médico, es probable que se trate del reflejo de un problema de salud mayor, físico o emocional, y probablemente necesite ayuda especializada para controlar dicho problema y, en consecuencia, la gastritis emotiva.
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