El aumento de la temperatura, la humedad y las actividades propias de esta temporada provocan el contagio de diversas infecciones.
Las inflamaciones más comunes son la conjuntivitis (inflamación del tejido conjuntivo del ojo) o la otitis (infección de las partes externas e internas del oído). El contagio se suele dar en las piscinas, al estar en contacto con las bacterias o virus que puede haber en el agua. En estos casos se recomienda secarse bien tras el baño, lavarse las manos constantemente y utilizar gafas de buceo para evitar contagios.
Además de la conjuntivitis, en el verano se producen otras lesiones en la retina que pueden llevar incluso a la ceguera por lesiones irreversibles, según Carlos Wong, médico oftalmólogo del Instituto Oftalmológico Wong. La quemadura de los párpados, el pterigion, la catarata y degeneración macular aparecen si no se protegen los ojos de la radiación solar. Se deben usar sombreros de ala ancha y lentes de sol con filtros protectores.
También se producen intoxicaciones alimentarias por el aumento de las temperaturas y el manejo incorrecto de alimentos. Las más frecuentes son la salmonelosis y gastroenteritis. Para prevenir estas afecciones nada mejor que lavarse las manos y lavar bien los alimentos antes de consumirlos y prepararlos. Se debe evitar el consumo de alimentos frescos que hayan estado expuestos al sol, en especial huevos, carnes y mayonesa.
Otro problema recurrente son los hongos en pies y uñas que proliferan sobre todo en las superficies húmedas, provocando picores, escozor o sarpullidos. Hay que mantener una buena higiene después de sudar, hacer deporte o estar en sitios húmedos como la piscina. Esto incluye tener los pies limpios y secos, especialmente entre los dedos, y el uso de un calzado donde no prolifere la humedad.
Por último, el aumento de la humedad y la temperatura produce infecciones vaginales. Estas se dan en verano principalmente por el uso de ropa sintética o por permanecer con la ropa de baño mojada durante mucho tiempo. Si se van a pasar muchas horas en la playa o en la piscina es mejor cambiarse el traje de baño.
Aunque todas las infecciones señaladas son dolencias leves, con síntomas incómodos, lo mejor es reforzar la higiene corporal y el lavado de manos. De este modo se evita el contagio que se produce al frecuentar espacios públicos que, por lo general, están contaminados, como playas y piscinas.
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