Adquirir una deuda implica asumir compromisos. Debes ser responsable y conocer cómo evolucionan para sobrevivir en el mundo de las finanzas.
Es muy fácil asumir una deuda, si cumples con los requisitos que la entidad financiera te pide. Un préstamo para un negocio o un crédito para una compra se convierten en deudas que pueden ser de mucha utilidad si conoces bien su ciclo de vida.
El ciclo de la deuda empieza el día de la transacción, cuando la adquieres. Es decir, cuando has dispuesto del dinero. En esta primera etapa, tu salud financiera es positiva, tienes buena reputación crediticia y las entidades bancarias pueden confiar en ti. Saben que lo devolverás con intereses acordados previamente. Llamémosla la etapa verde.
Si eres una persona ordenada, cumplirás los cronogramas de pago y llegarás a la última cuota de la deuda.
Si empiezas a descuidar los compromisos y, por ejemplo, dejas de pagar al banco por tres meses, tu deuda entrará en una nueva etapa, de color ámbar. Significa que estás atrasado, pero que puedes seguir pagando lo que debes y con esfuerzo llegar al final de tu deuda.
Según Bernardo Prum, director comercial de ComparaGuru.com, hay que tener cuidado en esta etapa “porque comienza a generarse una mala reputación de historial de crédito y la calificación empeora mientras más tiempo transcurra sin pagar”.
En estos casos, lo que se puede hacer es pedir una reestructuración de deuda para que tu cuota sea menor, aún a costa de intereses más altos.
El ciclo de vida de tu deuda continúa en la fase roja. Esto ocurre cuando has dejado de pagar por completo. Es decir, al retraso de los tres meses de la fase ámbar, se suman otros meses más sin pagar y tu situación financiera no tiene visos de solución, por lo que el banco empieza a ver tu deuda como “perdida”, en rojo.
La última fase ocurre cuando se ha cumplido el plazo final para pagar la deuda y no has podido honrarla. Es aquí donde empiezan las cobranzas coactivas a través de terceros o las compras de deudas de entidades afines. En esta etapa, que llamaremos azul, tu capacidad de crédito es nula y tu reputación financiera no es buena.
Ahora que conoces el ciclo de vida de una deuda, toma las medidas correctivas necesarias para no dejar que esta llegue hasta su etapa final.
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