Si bien las mujeres peruanas han tenido avances importantes y han logrado la igualdad en el acceso a derechos básicos como la salud y la educación, aún están relegadas cuando se trata de sus ingresos.
Por muchos años en el Perú, las diferencias socioeconómicas entre hombres y mujeres han estado muy marcadas, y esto se refleja también en el comportamiento general del mercado laboral. Por eso, aunque las mujeres han adquirido a lo largo de los años un mayor nivel de escolaridad, esto no se traduce en sus ingresos.
En el último estudio elaborado en el 2017 por el INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática) sobre las brechas de género en el país, revela que las mujeres ganan en promedio 29.2% menos que los hombres, trabajando incluso 9 horas con 15 minutos más que ellos, según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (INEI).
Si bien las mujeres se han ido incorporando al mercado laboral en los últimos años, lo hacen en mayor porcentaje en empleos informales y precarios, señaló María José Gómez, directora de La Fundación Forge Perú.
La mayoría de las mujeres que trabajan crean su propio empleo (35.7%) o son trabajadoras familiares no remuneradas (17.0%), lo cual genera menores ingresos o simplemente no perciben ingreso alguno, según el informe sobre las brechas de género en el país, elaborado por el INEI.
De hecho, el 30% de las mujeres peruanas entre los 14 y 29 años no tienen ingresos propios y dependen económicamente de un hombre (INEI – 2017) En las zonas rurales este porcentaje se eleva al 46%. A medida que la edad incrementa, lo hace también la brecha salarial. Entre los 50 y 59 años, el número de mujeres sin ingresos es 5 veces más que el de los hombres.
Cuando se compara los ingresos de hombres y mujeres con la misma preparación académica, las mujeres ganan en promedio un 40% menos, según Forge Perú.
Así, la diferencia salarial peruana se posiciona como una de la más alta en Latinoamérica. Según un estudio de Mercer Perú (2018), que analiza a empresas de los sectores de consumo, manufactura y servicios, la brecha salarial en el Perú, entre los puestos operacionales y gerenciales dentro de una misma empresa, puede llegar hasta 28 sueldos.
Para combatir las brechas salariales, el Poder Ejecutivo ha emitido la Ley 30709, que se basa en los siguientes puntos:
1) Las empresas deberán colocar un cuadro de puestos donde se especifiquen funciones y responsabilidades
2) Las remuneraciones y capacitaciones deben ser fijadas en condiciones de igualdad para mujeres y hombres
3) Se prohíbe todo acoso en el trabajo, incluyendo el acoso sexual
4) Las empresas no podrán despedir o no renovar el contrato sin justificación a las trabajadoras embarazadas o en periodo de lactancia
5) Califica como acto de hostilidad de las empresas todo incumplimiento de los requisitos para el ascenso del trabajador
Esta Ley no solo busca reducir las diferencias remunerativas entre hombres y mujeres, sino que, además, busca la equidad en puestos con similares responsabilidades.
Las empresas peruanas tienen una misión: reducir las brechas salariales y contar con políticas remunerativas transparentes. ¡Aún queda camino por recorrer!
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