Cuando el estrés y el desánimo se apoderen de nosotros, es hora de hacer un alto y preguntarse qué sentido tiene la vida que llevamos.
Muchas veces es difícil entender el porqué de las cosas. El estrés y la vida acelerada que la mayoría llevamos no nos permite detenernos a cuestionar lo que hacemos. Hay una pregunta simple, pero a la vez compleja que no muchos pueden responder: ¿qué sentido tiene las cosas que hacemos?
“Si no hay ningún significado en tu vida, estás en un vacío. Si no sabes por qué vives, difícilmente puedes ser feliz “, señala Malene Rydahl. Ella es autora de los libros “La felicidad sin ilusiones” y “Feliz como un danés”. Se le considera una experta sobre las cosas que hacen felices a las personas y las sociedades.
En base a sus investigaciones, Rydall considera que es difícil hallar un sentido a lo que hacemos porque vivimos persiguiendo ilusiones. Esas nacen desde la niñez, consciente e inconscientemente, y se desarrollan a través de los años por la televisión y la publicidad. Por ello, nos pasamos persiguiendo una forma de vida soñada, al punto de que se ha convertido en una forma de creencia colectiva.

Según la autora, podemos tener momentos felices en función a la belleza, el dinero, el poder, la celebridad y el sexo. Pero la base del bienestar permanente reside en el significado de la vida, el amor y una relación sana con uno mismo. Para lograrlo hay que ser fiel a uno mismo. Esto pasa por ser consecuente con lo que está dentro de uno, lo que se piensa y lo que, finalmente, hacemos en la vida.
Rydall, quien ha investigado el concepto de felicidad de los daneses, indica que ellos encuentran sentido a las cosas, llevando una vida equilibrada. Para ello crean ambientes sanos y administran su tiempo de un modo óptimo. De esta forma son más eficientes, se aman a sí mismos y a los otros.
Cuando te sientas insatisfecho y cansado de tu rutina, procura darte un tiempo a solas y analizar el sentido de las cosas que haces. Quizás es hora de hacerle caso a la voz interior que te dice que el camino a ser feliz va por otro lado. Es uno donde hay menos ilusiones materiales y más satisfacciones basadas en una vida sana.

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