Este financiamiento permite que las empresas tengan liquidez para atender sus necesidades del día a día. ¿Cómo usar esta herramienta en tu beneficio?
En su desempeño cotidiano, las empresas tienen una serie de gastos que deben atender constantemente. Es el caso, por ejemplo, de la compra de insumos, materias primas o mercaderías, el pago de impuestos, los pagos a proveedores y la propia planilla. También puede ocurrir que se presente una oportunidad para crecer o llegue un pedido importante de parte de un cliente. Para atender esas situaciones, las empresas requieren de recursos de manera inmediata o en muy corto plazo. El crédito para capital de trabajo es una herramienta diseñada para atender esa necesidad.
Este financiamiento es uno de los más frecuentes en el ámbito empresarial, señala el portal especializado mercadodecredito.com. Esto se deben a que no siempre las empresas tienen la liquidez necesaria para atender esos requerimientos. Puede ocurrir algún imprevisto, como el atraso en el pago de algunos clientes, o la necesidad de atender alguna coyuntura, como el pago de gratificaciones al personal. Algunos negocios pueden requerir de capital extra para sacar provecho a situaciones estacionales –como las campañas navideña o del Día de la Madre– y otros pueden requerir contratar personal temporal para atender negocios específicos. En todos esos casos, puede ser aconsejable acudir al sistema financiero en busca de ese capital extra.
El crédito para capital de trabajo se caracteriza por ser, generalmente, de corto o mediano plazo. Dependiendo del monto y de la actividad para la que se va a utilizar, se pueden establecer avales o garantías. Las condiciones específicas de cada crédito varían mucho, señala mercadodecredito.com, puesto que en realidad se tratan de productos hechos prácticamente “a medida” del cliente. Como empresario, es importante definir cuánto dinero efectivamente vas a necesitar y, en función a tu flujo de caja, elegir el mejor plazo para cancelar el crédito.
Esta herramienta puede ser de mucha ayuda para dinamizar un negocio. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el capital que estás tomando prestado debe generar rentabilidad en un plazo no muy largo. El crédito para capital de trabajo no es el instrumento adecuado, por ejemplo, para comprar maquinaria, vehículos, mobiliario u otros bienes de capital que van a ser explotados, no comercializados directamente. En ese caso, lo más conveniente será tomar un crédito para activos fijos.
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