¿Alguna vez te has preguntado a dónde van los residuos de los alimentos? Conoce más sobre Sinba, una organización peruana que se encarga del tratamiento de residuos orgánicos para lograr un mundo sin basura.
Muchas veces las grandes ideas nacen de los lugares más simples. En el 2015, Andrea Rivera, Bitia Chávez y Philip Reiser, sentados en un restaurante, vieron cómo la comida que quedaba en los platos terminaba en el tacho de basura. En ese momento encontraron un problema: los restaurantes peruanos desperdician inmensas cantidades de alimentos al día.
Los jóvenes se habían conocido meses antes en un programa dedicado a desarrollar proyectos de sostenibilidad, así que decidieron investigar un poco más sobre esta problemática. Descubrieron que, en el Perú, los restaurantes generan diariamente entre 30 y 40 kilos de residuos de alimentos al día. Según la investigación ciudadana Lima Cómo Vamos, estima que al día se generan un promedio de 10 mil toneladas de residuos, lo que supone mil camiones llenos de basura diariamente – y más de la mitad de estos desechos son restos de comida y vegetales. Estos alimentos tranquilamente se podrían reciclar, pero terminan mezclados en el tacho de una cocina y luego en un camión de basura.
Tras la investigación, los jóvenes emprendedores encontraron una misión: mejorar los procesos de la industria gastronómica peruana. Así nació Sinba, una empresa socioambiental que busca transformar la gestión de desechos en este sector.
El equipo de Sinba trabaja de la mano con los centros de producción de los residuos, los cuales pueden ser restaurantes, comedores de empresas, comedores de colegios, institutos, universidades, etc., y, finalmente, con las granjas de cerdos.
Gastronomía Sin Basura
Por medio del programa Gastronomía #sinbasura, se enseña a los trabajadores a separar, limpiar y secar los residuos para convertirlos en material aprovechable, como lo establece la ley de gestión integral de residuos sólidos. Luego, son llevados a la Biofábrica de Sinba, donde los residuos orgánicos se convierten en alimento animal y abono mediante un proceso biotecnológico. De esa manera, logran convertir todo el residuo aprovechable en alimento animal para las granjas urbanas.
Ese alimento se comercializa a un precio justo a las granjas porcinas urbanas, que reciben además asesoría técnica para convertirlas en Granjas Saludables y con bienestar animal. La idea es que puedan volverse proveedores de alimentos locales de alta calidad para la ciudad.
Hoy recogen 840 toneladas de residuos orgánicos al año en más de 42 empresas de alimentos en Lima. Este año, Philip espera sumar 100 restaurantes a su programa y mejorar su Biofábrica. “Queremos formar un modelo industrial más robusto y muy bien validado para después empezar a replicarlo en otros lugares como Lima Norte y Este, así como en otras regiones y países”, añade.
Reconocimientos internacionales
Luego de ganar en el 2017 el Desafío Kunan, concurso que busca consolidar el ecosistema de los emprendimientos sociales en el Perú, donde se llevó S/. 40 000, 10 meses de asesoría en innovación estratégica y 20 horas de asesoría legal para el desarrollo de su empresa, este año cumpliría el sueño de ganar reconocimiento global.
En junio de este año, Sinba fue vencedora del concurso <<Innovate4Climate>> organizado por el Banco Mundial. El concurso tuvo 239 empresas participantes de 81 países, pero finalmente, Sinba fue declarado ganador de forma unánime, tanto por el jurado como por el público.
El concurso busca promover las innovaciones que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y fortalezcan la resiliencia de las ciudades de cara al cambio climático. El jurado evaluó los pitch, breves presentaciones de 3 minutos seguidos por 5 minutos de preguntas, en base a criterios de factibilidad, escalabilidad y de impacto positivo.
El nombre Sinba resume la misión de la empresa: un mundo sin basura.
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