Más de la mitad de las mujeres peruanas ha sido víctima de violencia psicológica, física o sexual por parte de su compañero o pareja en algún momento de su vida, según la ENDES. Aquí te explicamos cómo identificar las etapas de la violencia de género para prevenirla.
Las mujeres enfrentan cada día diversos escenarios de violencia que las afectan no solo a nivel físico, sino también psicológico y emocional. Con la pandemia, muchas de ellas han tenido que pasar el aislamiento junto con sus agresores, exponiéndose a diversos tipos de violencia y poniendo su vida en riesgo.
Para tener una idea del gran problema de violencia de género en el país, los datos de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2020 elaborada por el INEI indican que más de la mitad de las mujeres peruanas (54,8 %) ha sido víctima alguna vez de violencia psicológica, física o sexual por parte de su compañero o pareja.
A pesar de las alarmantes cifras, son pocas las mujeres que deciden denunciar estos casos. Las razones detrás son diversas, por ejemplo, existe el temor a represalias, vergüenza por lo que los demás puedan pensar e incluso porque creen que no es necesario hacerlo. De hecho, solo el 26.2% de mujeres recurrió a alguna institución para buscar ayuda cuando atravesaron estos episodios.
¿Qué es el ciclo de violencia contra la mujer?
Ante los casos de violencia muchas personas suelen hacerse preguntas como “¿por qué no se aleja?” o “¿por qué permite eso y sigue ahí?”. Aunque la respuesta parece fácil, en realidad la problemática es más grande. Lo primero que debemos entender es que las víctimas nunca son las culpables y que el entorno de violencia es sumamente difícil de ver para una mujer que está siendo agredida.
Para entender este panorama, la elaboró la teoría del llamado círculo o ciclo de violencia contra la mujer. A través de este, ayuda a entender y explicar las razones por las que a las mujeres violentadas les resulta tan difícil dejar una relación de maltrato y encontrar alternativas de cambio.
Walker menciona que el ciclo de violencia tiene tres etapas definidas, las cuales presentamos a continuación:
Fase 1: Tensión acumulada
En esta primera fase el agresor se concentra en ejercer violencia verbal, llegando a cambios de ánimo repentinos que dejan a la víctima desconcertada y sintiéndose culpable de la molestia generada en la pareja. Como consecuencia de esto, la mujer suele hacer de todo para cambiar esa incomodidad y empezará a complacerlo porque cree que de esa forma se evitará conflictos.
Fase 2: Agresión
Esta segunda fase ya se explota la tensión acumulada previamente y se refleja en violencia física, psicológica o sexual. La víctima se llena de ansiedad y miedo hacia su pareja, lo cual puede llevarla a pedir ayuda en familiares o amigos. En el mejor de los casos, en esta etapa se puede lograr que denuncie a su agresor.
Un dato importante que señala la ENDES 2020 es que el 42.9 % de mujeres recurrió a personas cercanas para buscar ayuda cuando sufrieron violencia física por parte del esposo o compañero. Las personas a las que más se acercaron a solicitar ayuda fueron la madre, amiga o vecina, hermana, padre y hermano, respectivamente.
Fase 3: Reconciliación
En esta fase, el agresor suele mostrarse arrepentido y pedir perdón por toda la violencia previamente cometida. Aquí aparecen las falsas promesas como que nunca más lo volverá a hacer o intenta justificarse mencionando que problemas ajenos lo hicieron actuar de esa manera. Aquí también es usual que culpe a la víctima por fastidiarlo y por su violencia.
Este círculo vicioso es sumamente peligroso, pues si la víctima llega a la fase 3 y perdona a su agresor, volverá nuevamente a repetir todo el ciclo, intensificando cada vez más las agresiones, normalizando el ambiente de violencia y poniendo así su vida en mayor riesgo.
Por esta razón, es importante que apenas se note un primer signo de abuso o violencia, se denuncie y se aleje del agresor para no repetir el círculo. En el caso de la familia y conocidos, es fundamental que estén presentes para darle soporte a la víctima y se muestren dispuestos a apoyarla sin juzgarla.
Actualmente existen muchos medios para realizar denuncias por violencia de género, por ejemplo, existe la Línea 100, un servicio gratuito del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y también existen los Centros de Emergencia Mujer (CEM) regulares y en comisarías, que son servicios públicos gratuitos de atención integral para víctimas de violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar.
Las niñas, las adolescentes y mujeres merecen vivir en un país seguro, sin violencia y con igualdad de oportunidades y derechos; lograr este objetivo es tarea de todos y todas. Creciendo en igualdad, mejoramos como sociedad. Mujeres de Cambio es una campaña organizada por RPP.
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