El transporte intermodal permite al usuario tener varias alternativas para movilizarse en la ciudad de forma integrada y no verse obligado a utilizar una sola ruta congestionada.
Cuatro de cada 10 personas que viven en Lima pierden una hora y media al día por la congestión vehicular, según datos de la Fundación Transitemos. Y si hablamos a nivel económico, al año se pierden más de 11 mil millones de soles a causa del tráfico vehicular en Lima, según el informe técnico "Costo Económico causado por la congestión vehicular" realizado por la Asociación Automotriz del Perú (AAP).
El tráfico es solo uno de los problemas de movilidad que enfrenta el país, pero el tipo de transporte que usamos también tiene mucho que ver. Hasta antes de la pandemia, en Lima y Callao se realizaban aproximadamente 17,5 millones de viajes diarios y más de la mitad de ellos se realizaba en transporte público convencional, según la Política Nacional de Transporte Urbano (2019).
Sin embargo, el 63.7 % de personas está insatisfecha con el transporte público, según un informe de Ciudades Cómo Vamos de 2021. Aspectos como la inseguridad, las largas colas en los paraderos en hora punta, la pérdida de tiempo en el tráfico, el costo y el trato del personal hacen que los usuarios no se sientan a gusto.
Ante este panorama, la movilidad sostenible representa una de las mejores opciones para reformar el transporte hacia uno más eficiente y lograr así ese paso que todos queremos dar hacia el desarrollo sostenible. Este contribuye no solo a preservar el medio ambiente, sino también la salud y la calidad de vida de las personas.
De esta manera, la movilidad sostenible busca que las personas se movilicen generando un impacto ambiental mínimo, de forma cómoda, segura e interconectada. Por ello, implica potenciar la peatonalización, el uso de movilidad alternativa como las bicicletas y, sobre todo, trabajar por un sistema de transporte público intermodal.
¿Qué es el transporte intermodal?
El transporte intermodal es una forma más sostenible, segura, cómoda y eficiente de moverse, pues se refiere a la integración de los diversos tipos de transporte disponibles en una sola red, para que los usuarios tengan la libertad de elegir cómo hacer su recorrido diario y no se vean obligados a tomar una sola ruta congestionada.
Por ejemplo, si cada día caminas 15 minutos al paradero para tomar el metro y luego tomas un bus hasta tu trabajo, con la intermodalidad esto cambiaría: podrías ir en bicicleta hasta el metro, subir la bici contigo y luego pedalear hasta tu destino.
Con la intermodalidad se debe trabajar en un sistema de transporte público integrado con varios medios, ya sean buses, trenes, bicicletas, scooteres eléctricos, entre otros. Para aplicarla, es necesario que las autoridades trabajen en la conexión estratégica de paraderos, en la implementación de estacionamientos y ciclovías, así como en la educación y la seguridad vial.
Cuando el sistema está desconectado, desarticulado y no fluye entre sí, no existe intermodalidad y es mucho más complicado que las personas usen medios de transporte alternativos y sostenibles. Por ejemplo, si sé que no hay ciclovías desde mi casa hasta el paradero o que no puedo subir con mi scooter eléctrico al bus porque no hay un espacio especial, entonces optaría por tomar buses, taxis o solo caminar, lo que me generaría mayor incomodidad, costos y demora.
¿Cómo se podría aplicar el transporte intermodal en el país?
Uno de los propósitos de la movilidad urbana sostenible es ofrecer el medio de transporte más adecuado para reducir el consumo de energía, la contaminación, el tiempo, el costo y el tráfico. Los usuarios merecen un servicio de transporte de calidad, conectado con una infraestructura adecuada para hacer trasbordos de forma segura y sostenible.
De acuerdo con la Actualización del Plan de Desarrollo Metropolitano de Lima 2020-2040 del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneammiento, la Municipalidad de Lima y el Instituto Metropolitano de Planificación (IMP), el actual escenario del transporte público es todo lo contrario a ser un sistema o un servicio, pues es desorganizado y es una actividad comercial privada, mayoritariamente desregulada.
En el Perú, las autoridades deben empezar a replantear el sistema y pensar en la intermodalidad con el fin de lograr su integración y conexión. Para ello, deben tener en cuenta la infraestructura: desde ciclovías hasta espacios adaptados para bicicletas o scooters dentro de los buses, así como espacios para personas con discapacidad con el fin de que el trasbordo sea rápido, seguro y cómodo.
Según la citada Actualización del Plan de Desarrollo Metropolitano de Lima 2020-2040, también se debe tener en cuenta el pasaje que se cobra y cómo se cobra. Actualmente, cada modo de transporte público cobra un pasaje diferente por cada recorrido; incluso en concesiones públicas se paga varios pasajes individuales acumulados, por lo que quien vive más lejos termina pagando más y perdiendo más tiempo. Un sistema que integre todos los modos de transporte requiere de inversión, soporte técnico, infraestructura y voluntad política.
Ciudades con Futuro es una campaña organizada por RPP, con el compromiso de Enel y Asociación Movemos de VINCI Highways, que busca promover la necesidad de ver a nuestras ciudades como espacios en los que podemos mejorar nuestra calidad de vida a través del cuidado del medio ambiente, la promoción de la economía circular y el impulso de una movilidad sostenible.
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