Un estudio científico reveló que la mosca doméstica y el moscardón son capaces de transportar cientos de especies de bacterias diferentes.
(Agencia N+1 /Hans Huerto). Las moscas pueden ser más contaminantes de lo que se pensaba, según un equipo internacional de investigadores.En un estudio de los microbiomas de 116 moscas y moscardones de tres continentes diferentes, los investigadores encontraron que, en algunos casos, portaban cientos de diferentes especies de bacterias, muchas dañinas para los humanos (entre ellas, el helicobacter pylori, causante de gastritis). El documento es publicado por Scientific Reports.
"Creemos que esto puede mostrar un mecanismo para la transmisión de patógenos que ha sido pasado por alto por funcionarios de salud pública, y las moscas pueden contribuir a la transmisión rápida de patógenos en situaciones de brotes", dijo Donald Bryant, profesor de biotecnología Ernest C. Pollard y profesor de bioquímica y biología molecular, Penn State.
Estudio
Los investigadores analizaron el contenido microbiano de las partes individuales del cuerpo de la mosca, incluidas las patas y las alas. Las patas parecen transferir la mayoría de los organismos microbianos de una superficie a otra, concluyeron.
"Las patas y alas muestran la mayor diversidad microbiana en el cuerpo de la mosca, lo que sugiere que las bacterias utilizan las moscas como catapultas aéreas", dijo Schuster. "Puede ser que las bacterias sobrevivan a su viaje, crezcan y se extiendan sobre una nueva superficie. De hecho, el estudio muestra que cada paso de cientos que ha tomado una mosca deja una pista de colonia microbiana, si la nueva superficie soporta el crecimiento bacteriano".
Descubrimiento
Los moscardones y las moscas domésticas, ambas especies de moscas carroñeras, pululan cerca de materia orgánica en descomposición para alimentar a sus crías, donde pueden recoger bacterias que podrían actuar como patógenos. El estudio también indica que los moscardones y las moscas domésticas comparten más del 50 por ciento de su microbioma, una mezcla de microorganismos relacionados con el hospedador y los adquiridos en los entornos que habitan.
Sorprendentemente, las moscas recolectadas de los establos transportaban menos patógenos que las recolectadas en entornos urbanos. Sin embargo, las moscas pueden no ser del todo malas. Los investigadores sugieren que podrían servir como un sistema de alerta temprana para las enfermedades.

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