Las palomas pueden ser más inteligentes de lo que creemos.
(Agencia N+1 /Adrian Díaz). En nuestras vidas diarias, hay un animalito que usualmente está presente: la paloma. Muchos pueden creer que no son las más brillantes del reino animal. Pero esto podría cambiar gracias a un estudio publicado en la revista Current Biology. Luego de una serie de experimentos a los que estas aves fueron sometidas, se pudo concluir que son capaces de pensar de manera compleja e incluso de distinguir tanto el espacio como el tiempo.
El experimento fue realizado por investigadores de la Universidad de Iowa y liderado por Edward Wasserman, profesor de psicología experimental en el departamento de ciencias psicológicas y cerebrales de la misma universidad. Consistía en entrenar a las palomas para diferenciar entre objetos largos y cortos, así como también cantidades de tiempo largas y cortas. Las palomas sorprendieron a todos logrando tener éxito incluso en los niveles más complicados.
"Esos sistemas nerviosos aviares son capaces de logros mucho mayores de lo que sugeriría el término peyorativo 'cerebro de pájaro", dijo el autor del estudio Edward Wasserman. Este hallazgo se suma al creciente reconocimiento en la comunidad científica de que las especies animales de orden inferior, como las aves, los reptiles y los peces, son capaces de tomar decisiones abstractas de alto nivel.
Cómo lo hicieron
Los investigadores realizaron una serie de tareas llamadas "magnitud común". En simple, se mostro a las aves líneas en una pantalla de computadora líneas horizontales cortas y largas (6 cm o 24 cm) en periodos de tiempo cortos y largos (2 y 8 segundos). Luego se les mostraba esto a las palomas para probar como interpretaban sus diferencias. Si picoteaban el símbolo correcto (uno de cuatro símbolos), los científicos las recompensaban con comida.
Luego se le añadió matices a la prueba. Se introdujo líneas de nuevas longitudes (añadiendo mayor variabilidad en el juicio de si es que eran cortas y largas) y además, se presentó las líneas a las palomas por duraciones aun más cortas o largas. La tarea forzó a las palomas a procesar tiempo y espacio simultáneamente, porque estas no podían saber en qué dimensión eran probadas.
Se halló que la longitud de la línea afectó el entendimiento del ave sobre de la duración, y que la duración afectó la comprensión de la longitud. Esta relación entre tiempo y espacio fue vista en humanos y primates, y revela una codificación neural entre ambas dimensiones. Los investigadores creían antes que la localización de esta relación recaía sobre la corteza parietal, aunque al saberse hoy que las aves carecen de una región como esta corteza (al menos aparentemente), se entendió que el proceso se realizaba en algún otra región cerebral del ave.
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