¡De terror! Las cosas pueden salir mal en el espacio.
El astronauta Garrett Reisman contó cómo pudo morir en medio de una caminata espacial entre 2008 y 2010, cuando ocupó la Estación Espacial Internacional representando a la NASA.
Reisman publicó en Twitter su experiencia: la pajilla con la que podía tomar agua no estaba adherida bien a la válvula de su casco, lo que pudo ahogarlo.
“Cerciórate que tu válvula de mordida esté firmemente adherida a la pajilla de tu de tu bolsa de agua. Cuando vi la mía flotando DENTRO de mi casco, no estaba tan emocionado ante la idea de ser el primer astronauta en ahogarse durante una caminata espacial”.
Pudo ser una tragedia, pero el astronauta dijo que el agua no llegó a invadir su casco.
“Felizmente, la tensión en la superficie fue suficiente para mantener la mayoría del agua en la bolsa”, indicó.
No es la primera vez
En julio de 2013, el astronauta italiano Luca Parmitano sufrió una situación más preocupante.
En el caso de Parmitano, se encontraba 23 minutos durante una caminata espacial cuando se dio cuenta de que el agua se había filtrado a su casco y ya estaba cerca de su nariz y boca.
La NASA le ordenó que regrese inmediatamente a la Estación Espacial Internacional, un retorno que el confesó complicado por el agua tapando su vista.
“La parte superior de mi casco estaba llena de agua y no podía estar seguro si en la siguiente respiración iba a llenar mis pulmones de aire y no de líquido”, relató.
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