Una nueva auditoría a la NASA establece que es probable que haya 'aumentos adicionales de costos y cronogramas' al desarrollo del cohete SLS.
Una auditoría a la NASA ha revelado que la construcción del cohete SLS, diseñado para llevar astronautas a la Luna, se encuentra 6 mil millones de dólares por encima del presupuesto y está “muy retrasado” con respecto a su cronograma original.
De acuerdo con el Inspector General de la NASA, se prevé incluso “aumentos adicionales de costo y cronogramas” que podrían poner en peligro toda la misión Artemisa si no se solucionan.
Problemas en la NASA
El SLS es el cohete más potente de la NASA hasta la fecha y se lanzó en noviembre pasado con la primera misión Artemisa, la cual llevó a la cápsula Orion a órbita lunar sin pasajeros.
Está compuesta por cuatro motores RS-25 por lanzamiento y se mantienen en reserva 16 rescatados de transbordadores espaciales.
Posteriormente, la NASA cambiará a los motores RS-25E construidos por Aerojet Rocketdyne, que se supone que son un 30 % más baratos y un 11 % más potentes. También utiliza propulsores de cohetes sólidos proporcionados por Northrop Grumman.
Lastimosamente, la tecnología antigua que se sigue utilizando está causando problemas.
Por ejemplo, solo se han completado 5 de las 16 adaptaciones del motor, y los aumentos de alcance y costo también han afectado el contrato de refuerzo. Este último ha sido el mayor problema, aumentando de 2.5 mil millones a 4.4 mil millones de dólares desde que se anunció Artemisa, y retrasó el cronograma cinco años.
No hay precios fijos
El Inspector General también culpa al uso de contratos de "costo incrementado" que permiten a los proveedores inflar los presupuestos más fácilmente, en lugar de contratos de precio fijo.
El informe recomienda que los próximos trabajos se cambien a un régimen de precio fijo y que se resuelvan los problemas de contratación, entre otros. La gerencia de la NASA ha aceptado las ocho recomendaciones.
El proyecto de la misión lunar Artemisa se basó en el programa Constellation, lanzado originalmente en 2005 con el objetivo de regresar a la Luna para 2020. La Ley de Autorización de la NASA de 2010, presentada el mismo año, ordenó la construcción del SLS y requirió la reutilización de la tecnología, los contratos y la mano de obra existentes del programa original.
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