La creciente constelación de satélites y armas anti satelitales agregan una nueva preocupación para deshacerse de la basura espacial.
Hace unos días, funcionarios estadounidenses anunciaron que habían detectado un peligroso campo de escombros en órbita. Luego se supo que Rusia lanzó una prueba antisatélite que destruyó uno de sus satélites más antiguos.
Esta prueba rusa generó varios pedazos de distintos tamaños que potencialmente puede dañar a otros satélites, así como a la Estación Espacial Internacional, donde los astronautas tuvieron que refugiarse tras la amenaza de colisión contra los escombros.
La situación puedo haber escalado como una escena escalofriante de la película Gravity, la cuál es un claro ejemplo de lo que puede suceder con la basura espacial, incluso es probable que los escombros generados por el arma antisatélite ruso permanezcan en órbita durante décadas.
Contaminación espacial
Para poder abordar el problema de la basura espacial, el brazo tecnológico de la Fuerza Espacial de EE.UU., conocido como SpaceWERX, comenzará a convocar al sector privado para desarrollar propuestas para eliminar los escombros espaciales a través de un programa llamado Orbital Prime.
SpaceWERX otorgará docenas de contratos por una valor de US$ 250,000 cada uno a empresas que tengan la capacidad de controlar la basura en órbita, así como realizar otras actividades como reabastecimiento de combustible y reparación de naves espaciales orbitando la Tierra.
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