LA NASA explora la posibilidad de construir un “remolque espacial” para retirar a la Estación Espacial Internacional de su órbita. Tres nuevas naves privadas la reemplazarán.
La Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) está llegando a la etapa final de su vida y la NASA ya está pensando cómo poder retirarla para dar paso a una nueva generación de exploración de la humanidad en el universo.
El pasado marzo, la NASA solicitó 180 millones de dólares para iniciar el desarrollo y la investigación de un remolque espacial que movería a la Estación Espacial de su órbita para poder provocar su reingreso al planeta y su destrucción.
El fin de la ISS
Actualmente, se cree que la ISS tiene una vida útil hasta 2028, pero podría seguir trabajando más años hasta que sea retirado físicamente de órbita.
El plan A para ello es que los motores de las naves de carga Progress, de Rusia, puedan dirigir la nave hasta su reingreso al planeta Tierra, donde la atmósfera desintegraría gran parte de la estación y el restante impacte controladamente en el Océano Pacífico.
Pero el deseo de Rusia de separarse del programa espacial antes de tiempo (2024) para la construcción de su propia nave llamada ROSS, los problemas con Estados Unidos por la invasión a Ucrania e incluso los posibles problemas con sus naves como la fuga de refrigerantes en sus naves Soyuz, han provocado que la NASA investigue de forma separada el llamado remolque espacial.
Construirla la nave, eso sí, no sería nada asequible: los científicos estiman hasta un total de mil millones de dólares de presupuesto.
¿Quién lo reemplazará?
El fin de la Estación Espacial Internacional para finales de década será en forma de relevo.
Para dicho momento, las tres estaciones privadas que la NASA está financiando ya deberían estar en órbita para empezar a recibir humanos.
Blue Origin y Sierra Space se han asociado para desarrollar Orbital Reef, una estación espacial operada y de propiedad comercial que se construirá en órbita terrestre baja, que comenzará a operar en la segunda mitad de esta década. Esta espera tener una infraestructura mixta para todo tipo de actividades.
Nanoracks trabaja con Voyager Space y Lockheed Martin para la estación Starlab, la cual tendrá capacidad para cuatro astronautas: tendrá un laboratorio de biología, un laboratorio de habitación de plantas, un laboratorio de investigación de materiales y ciencia física, y un área de banco de trabajo abierta, para satisfacer las necesidades de los investigadores y clientes comerciales para las actividades espaciales comerciales.
El tercero y del que menos detalles se tienen es el de Northrop Grumman. Lo que sí sabemos es que tendrá múltiples puertos de atraque que permitirán una expansión futura para admitir hábitats analógicos de la tripulación, laboratorios, esclusas de aire para la tripulación e instalaciones capaces de gravedad artificial, en apoyo de múltiples clientes.
La NASA está tercerizando gran parte de su misión espacial: ya no construye sus propias naves (a excepción de la SLS y Orion), sino que paga a terceros como SpaceX o al propio Roscosmos para que lleven a sus astronautas al espacio. Con las estaciones privadas, se evitarán costos extras de mantenimiento y más, sino que solo pagarán la estadía y pagos similares a las compañías que administren estos espacios.
Te recomendamos METADATA, el podcast de tecnología de RPP. Noticias, análisis, reseñas, recomendaciones y todo lo que debes saber sobre el mundo tecnológico.
Comparte esta noticia