Los científicos simularon el efecto en el cuerpo de vuelos espaciales durante 21 días y el impacto de entornos de baja gravedad.
La inactividad de los astronautas durante los vuelos espaciales les afecta más que la falta de oxígeno a la que están expuestos, según un estudio publicado hoy en la revista especializada The Journal of Physiology.
"Esta investigación ayudará a preparar a los astronautas para los vuelos espaciales y mejora nuestra comprensión de cómo los músculos responden a largos períodos de inactividad en asociación con la hipoxia (déficit de oxígeno)", señaló el autor principal del estudio, Bruno Grassi, de la Universidad de Udine (Italia).
Los científicos simularon el efecto en el cuerpo de vuelos espaciales durante 21 días y el impacto de entornos de baja gravedad, como la Luna o Marte, para llegar a sus resultados. Este estrés ambiental, según los autores, tiene consecuencias negativas en muchos órganos, sistemas y funciones del cuerpo, incluyendo los huesos, los músculos, además de los sistemas cardiovascular, respiratorio y nervioso.
Los músculos necesitan oxígeno, lo que llevó a los investigadores a pensar que los entornos con poco oxígeno de los vuelos espaciales o mundos planetarios futuros afectarían la función. Sin embargo, encontraron que la inactividad en sí misma puede tener un efecto "más pronunciado" sobre el músculo esquelético que la falta de oxígeno, señalaron los autores.
Terapia y rehabilitación
Los científicos evaluaron los mecanismos por los cuales el tejido obtiene energía quemando azúcares y grasas, mediante la modificación de oxígeno durante el ejercicio, en los extensores de la rodilla de las piernas de once hombres. Así, los resultados demostraron que las deficiencias posteriores a la microgravedad no se vieron agravadas por la hipoxia.
Dado que la inactividad y la hipoxia se asocian frecuentemente con varias enfermedades cardiovasculares y respiratorias importantes, existe la sugerencia de que para el músculo esquelético, la inactividad es peor en comparación con la hipoxia.
En caso de confirmarse esta teoría, este hallazgo tendría consecuencias relevantes en las intervenciones terapéuticas y de rehabilitación: la corrección de la hipoxia podría ser menos crítica que la corrección de la inactividad.
El estudio dirigido por Grassi contó con la colaboración de investigadores de la Universidad de Pavía (Italia), la de Múnich (Alemania), el Centro Sueco de Fisiología Aeroespacial y el Instituto Joef Stefan de Liubliana (Eslovenia), entre otros. EFE
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