Las agencias espaciales mundiales se reunieron en una importante conferencia sobre Defensa Planetaria.
La Administración Estadounidense de la Aeronáutica y del Espacio, mejor conocida como NASA, se encuentra trabajando día y noche para evitar una de las peores catástrofes que podrían ocurrir en nuestro planeta: el impacto de un asteroide. Las probabilidades de que esto suceda son mínimas, pero existen (ya decenas de asteroides navegan peligrosamente cerca de la Tierra), por lo que la agencia trabaja para estar preparada.
Durante la Conferencia Anual de Defensa Planetaria de las agencias espaciales del mundo, la NASA simuló un plan de desvío del asteroide ficticio 2019 PDC. En el experimento, el astro solo tenía una posibilidad entre 50,000 de estrellar contra nuestro planeta, pero mientras los años pasaban (dentro de la simulación), el riesgo era mayor. La situación se complicó: el 2019 PDC de 180 metros de ancho estaba a punto de impactar en Denver, Colorado.
La misión para salvar el planeta estaba en un momento crítico. La NASA envió naves espaciales para que impacten al asteroide y lo desvíen de su órbita. Lo lograron, pero con un problema: un pedazo de 60 metros del asteroide se rompió y cayó en dirección al este de Estados Unidos en un lapso de 10 días.
De acuerdo con NBC News, los científicos pudieron elegir la ciudad en donde caería este astro y escogieron Nueva York debido a las mínimas posibilidades que estimaban de que caiga en este espacio. Los resultados fueron catastróficos: el fragmento se desintegró a un kilómetro y medio encima de la ciudad con una energía similar a una bomba nuclear, destruyendo Manhattan, New Jersey y Nassau. Por fortuna, “los habitantes fueron evacuados con tiempo”.
Estos simulacros son vitales para el estudio del comportamiento de astros y situaciones extremas. Recordemos que para el 2029 el asteroide Apophis rozará con la Tierra y podría ser más peligroso de lo que se cree hoy.
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